Ser parte de tu vida.

1336 Words
Fernand.... Pasamos una velada maravillosa, amo a esta hermosa mujer frente a mí, tomo su mano y acaricio la sortija que acepto, acabamos de hacer un compromiso, ella ha aceptado ser mi esposa, ser mía para toda la vida, y yo me siento afortunado porque pronto seremos una pareja que comenzara una familia, me juro a mi mismo que la haré feliz cada día de mi vida, que no permitiré que sufra jamás, tendrá todo lo que anhela, pues solo deseo cumplir sus sueños. Pedimos la cuenta y nos dirijamos al apartamento, ella se ve preciosa, no puedo dejar de verla al punto de hacerla sentir incómoda, pues lo noto. - Es que eres preciosa, me gusta poder darte cosas que en realidad son tan poco... Ella acaricia mi mano y me agradece. - Sabes, jamás me había sentido así con nadie, nunca se habían preocupado por mí de esta manera, nadie jamás había tenido detalles como estos, yo no deseo que gastes tu dinero, te lo agradezco, claro, pero no tienes por qué hacerlo, de verdad... Pero le dejo bien claro que lo hago porque la amo. - Sabes, mi familia es muy rica, para mí el dinero no es un problema, y cuando seas mi esposa para ti tampoco lo será, Danna te amo, y de verdad quiero pasar el resto de mi vida contigo, darte todo lo que te mereces, ser parte de cada uno de tus sueños, que cumplas con tu meta de terminar tus estudios, que cualquier cosa que desees pueda yo ser parte de ella, no solo quiero que seamos una pareja, sino los mejores amigos, una maravillosa pareja Danna... Ella me observa con una sonrisa mientras aparco el auto, bajo de él y abro su puerta para ayudarle a bajar. Vemos que dejaron las cajas de la tienda de vestidos en su puerta, le ayudo a meter todo, pues es bastante. - Es demasiado.... Dice Danna observando todo. - Te habría comprado la tienda completa su tuviésemos tiempo, lo que necesites no necesitas ni pedirlo, sé que quizá me dirás que no, pero quiero que lo aceptes... Le entrego un paquete con tarjetas, chequera y claro que se niega, pero le digo que es para mi tranquilidad. - Sé lo costosa que es la Universidad, y sé que tienes que comprar libros, materiales, sobre todo médicos, mi madre estudio y siempre nos contó lo costosa que fue su carrera, así que sé por lo que has estado pasando, quiero ser tu apoyo, por favor permítemelo, al final serás mi esposa muy pronto, quiero que mi familia lo sepa, y si mi padre se entera de que pasas por necesidades me asesinaría, él es de los que piensa que a las damas debemos cuidarlas mucho, no sabes lo amoroso y protector que es con mi madre. Danna me mira como si no supiera que contestar a eso, así que decido abrazarla y besarle. - Es solo que yo.... Ella duda si decirme lo que piensa, pero yo la animo a que lo haga. - Dímelo hermosa, quiero saber que es lo que piensas, por favor dime... Ella levanta la mirada y me explica lo que ahora la atormenta. - Yo no necesito nada, de verdad ya haces mucho por mí, tengo un hermoso lugar para vivir, podemos compartir siempre que tenemos tiempo, tú eres maravilloso, un hombre tan noble, sé que tuve suerte de encontrarte a mi paso, pero no deseo que tú pienses mal de mí, jamás te pediría algo, yo no soy..... Y yo lo sé, Danna es tan distinta a todas las mujeres, ella es perfecta, amorosa, cariñosa, dulce, amable, no busca sacar provecho de mí, pero yo soy un caballero, y me preocupo por ella, porque sé que ha sufrido ya toda la vida, solo deseo que sea feliz a mi lado, crear maravillosos recuerdos entre nosotros, que pensar en mí le saque una sonrisa en los labios, eso es todo lo que busco, su felicidad... - Jamás pensaría mal de ti Danna, sé que eres la mujer perfecta, que no vas buscando sacar provecho de nada, que simplemente me amas como yo lo hago, quiero que estés segura, que vivas feliz a mi lado, que formemos una familia, tener tiempo para viajar, divertirnos, y un día tener hijos, eso es todo lo que busco, ser y hacerte feliz. Danna me observa con brillo en sus ojos, como si las lágrimas comenzaran a asomarse, ella parece feliz, y me dice unas palabras que me llenan de emoción. - Te amo Fer, no sabes como agradezco que estés en mi vida, te prometo que no seré una carga, esto solo lo utilizaré si es necesario, yo quiero ganar lo mío, y te prometo estar a la altura de tu familia. - Lo estás bonita, te aseguro que todos van a amarte hermosa. Acaricio su rostro, Danna parece nerviosa, pero yo no puedo dejar de verla, de disfrutar su cercanía, de acariciar su piel, esa hermosa piel que me atrae como si fuese mi festín personal. - No te imaginas como te amo, cuanto me gustas Danna... Ella se estremece en mis brazos y sin poder evitarlo comenzamos a besarnos con pasión, la necesidad que siento por ella, las ganas que tiene mi cuerpo de saborear sus labios, su lengua, los pequeños gemidos que deja escapar... - Danna, te deseo... Le digo al tiempo que ella abre sus ojos, parece tan nerviosa, pero yo también lo estoy, la continuo besando, pues ahora mismo no puedo detenerme, quisiera ser más fuerte, pero no puedo, la llevo en brazos a la habitación, ahora mismo estoy tan cegado que no puedo pensar en detenerme, la lujuria se apodera de mí, de mi cuerpo, de mi mente, el juicio se ha ido volando fuera de esta habitación. Tomo el cierre que lleva el vestido de Danna en su espalda, lo bajo acariciando su piel, ella se estremece y yo beso su espalda, mis manos acarician desde su cintura hasta su cadera, ella es hermosa, y yo... Yo soy débil. Poco a poco con tanta lentitud como puedo hacerlo me deshago del vestido, Danna esta ahora envuelta en mis brazos, coloca en mi camisa sus dedos que desabotonan la camisa poco a poco, siento como acaricia mi pecho desnudo y mi abdomen, Danna no se imagina lo enloquecido que me tiene ahora mismo, es tan poderosa una sola de sus caricias. Me deshago de su sostén que deja al descubierta su aureola endurecida por el calor que nuestros cuerpos nos provocan, sus gemidos alteran mis sentidos más y más. - Fer... Me dice Danna con una mirada tan nerviosa... - Dime hermosa. Le digo volviendo a besar sus labios. - Es que yo.... Jamás lo he... Y en ese momento me doy cuenta de que jamás ha tenido experiencias íntimas, eso me enloquece aún más, pues seré su primero, el hombre que le robara ese tesoro tan preciado, su virginidad... - Comprendo, tendré cuidado, y si te lastimo solo dilo, te prometo que me detendré de inmediato... Danna me observa y parece confiar en mí, así que con mi boca atrapo uno de sus endurecidos pezones, lamo con fuerza haciendo que ella se estremezca por completo, es preciosa, disfrutar de ella es lo más maravilloso que existe. Danna ahora mismo se comienza a mover al ritmo que la tomo por las caderas, como si al menos se imaginara lo que ahora preparo, sé que no puedo hacerlo rápido, pues solo la lastimaría, necesito primero humedecerla, y eso haré. Bajo hasta su feminidad y le digo antes de comenzar. - Solo disfrútalo hermosa, te aseguro que esta noche será mágica para ambos. Danna me observa y de pronto se echa para atras, pues mi lengua comienza a darle placer, le hago el amor con mi boca para humedecerla y poder hacerla mía, penetrarla para que disfrute y no solo sufra, sino que sepa que el acto de hacer el amor no significa solo dolor....
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