Narra Elizabeth Le dije con otra sonrisa para después darle otro beso, cuando llegamos Sebastian estaciono el auto, le dio las llave al valet, se dio la vuelta y me ayudo a bajar. entrelazo nuestros dedos y ambos entramos al restaurante. Cuando entramos, Pierre nos recibió enseguida. —Señorita Goldstein, señor Samuels, que placer verlos nuevamente por aquí. —Pierre, que gusto es verte nuevamente. ¿como estuvieron las cosas por aquí? —Tranquilas como siempre. —Me alegro mucho escuchar eso, igual jamas he tenido dudas de tu capacidad, siempre fuiste y sos sin duda el mejor. Le dije con una sonrisa y el me la correspondió pero a la vez bajo la cabeza, desde que lo conozco se que no le gsutan los halagos pero yo siempre me reconocido por decir la verdad y ser honesta. —Señorita Gol

