Narra Elizabeth Después de esa charla a corazón abierto con Alexander decidimos salir del despacho de mi padre para poder terminar el día en paz, después de ese caótico recibimiento en Londres, al día siguiente fui a mi empresa para ponerme al día con todo, cuando llegue todos me recibieron muy amables como siempre, pero la que mostró mas euforia fue Emily. -¡Dios volviste!, no sabes lo que te extrañe, nada es igual sin ti. -Gracias Emi, ¿estuvo todo tranquilo? -Si, no te preocupes, el señor Sharpe y Sebastian se han encargado de todo, por lo tanto no tenes tantos pendiente. -Perfecto, muchas gracias. -No tenes nada que agradecer. Enseguida te traigo los papeles que tenes que firmar. -Perfecto. Le dije con una sonrisa y entre a mi oficina, cuando lo hice me sorprendí al ver a

