Narra Elizabeth Alexander me seguía besando de una manera que jamás lo había echo, cuando la falta de aire se hizo presente se alejo de mi, pero no se detuvo y seguí su trabajo bajando por mi cuello, mordiéndome asegurándose de que mañana me queden marcas, se que lo hace por qué mañana me voy a ver con Vlad. Cuando terminó su trabajo con mi cuello volvió a atacar mi boca, de un movimiento hizo que enredará mis piernas en su cintura, camino hasta el sofa y me acostó ahí, mis manos las puse sobre su cabeza y así jugar un poco con su pelo, pero sus manos no se quedaron quietas ya que intentaba tener acceso a mi piel. -Maldita sea. Dijo cuando vio que no podía tener que lo quería, se separo de mi gruñendo y empezó a sacarme la ropa para obtener acceso a mi, cada vez que iba sacando una pre

