Narra Elizabeth Después de no cuánto tiempo Sebastian volvió a entrar, le sonreí y el me devolvió la sonrisa, paracia un poco alterado pero todo se fue cuando nos pusimos hablar. -Papi. Dije con una sonrisa y con tono mimado y él sabía que cuando yo usaba ese sobre nombre era por que quería algo. -¿Que pasa preciosa? -¿Te puedo preguntar algo? -Si preciosa, ¿que sucede? -Tu jamás me mentirías, ¿verdad? Pregunté mirándolo a los ojos pero justo en ese momento se puso nervioso y bajo la mirada como si estuviera procesando mi pregunta, después de unos segundos me miró nuevamente y me respondió. -Jamas te mentiría, preciosa. Dijo con una sonrisa y ahí justo en ese momento supe que me estaba mintiendo, eso hizo que mi corazón se rompiera pero no sé lo demostré, yo le sonreí y cambie d

