Michael Redford 📍 Casino – Oficina Privada Apenas Mia cruzó la puerta, tomé mi teléfono y comencé a hacer llamadas. Una para acondicionar una habitación extra en mi ático, otra para confirmar mi asistencia a Napa Valley con un acompañante, y una más a mi asistente personal para que se encargara de comprar lo necesario para la estadía de Mia. No había planeado originalmente que viviéramos juntos, pero cuanto más lo pensaba, más lógico me resultaba. Si ella iba a interpretar el papel de mi prometida, entonces necesitaba conocer mi mundo. Saber cómo moverme, cómo responder preguntas, cómo actuar ante mi familia. La mejor manera de hacerlo era compartir el mismo espacio, aunque cada uno en su propia habitación. Esto tenía que salir a la perfección. No podía haber errores. El auto avanzaba

