Mia Davis Casa de los viñedos Redford La abuela de Redford se retiró para dejarnos a solas en el despacho, mi mirada estaba en él poco de vino que había en mi copa, tenía la intención de terminarla y seguir a la abuela para unirme a los demás. — ¿Cuántas llevas? —preguntó Redford en un tono cargado de frialdad, levanté mi mirada hacia él. — ¿Te importa cuántas lleve? —pregunté, él seguía de brazos cruzados y podía notar su molestia plasmado en su rostro. —Solo una. —No necesitabas tomar. —espetó furioso, me levanté de mi lugar y caminé hacia él hasta quedar a medio metro de ambos cuerpos. Tomé la copa y tomé el resto delante de Redford sin retirar la mirada. Me incliné hacia él y él hizo lo mismo, pero moví mi cuerpo para dejar la copa en el escritorio que quedaba detrás de él, me end

