Michael Redford Casino Redford, Atlantic City, New Jersey Oficina privada —Necesito que tengas ojos y oídos en el lugar. —le ordené a Alek, él asintió. —No quiero que nadie sepa quién es Nora, no necesito murmureo entre los empleados. ¿Tienes lo que te pedí? —Sí, señor Redford, está esperando. —anunció Alek. —Bien, que pase. —él asintió y salió de la oficina. Tiré de un movimiento mi corbata, después de lo que acababa de pasar con Nora, mi humor cambió drásticamente, la comida se había enfriado y mi apetito se fue. La puerta se abrió y apareció el señor Davis. —Buen día, señor Redford. —Buen día, señor Davis, tome asiento por favor. —él hizo caso de inmediato, noté que estaba más delgado y pálido de lo normal. Tenía ojeras debajo de sus ojos y no estaba del todo bien vestido,

