Tres meses después Moisés se terminaba de arreglar la pajarita del traje, sus manos sudaban copiosamente, tomó un pañuelo y las secó, su corazón latía aceleradamente, era su debut como pianista solista, y nada más y nada menos que en el teatro más prestigioso de Europa, la Scala de Milán, había tocado en numerosos teatros por todo el mundo, aunque siempre fue como pianista acompañado. Se miró al espejo, a pesar de lo feliz de encontrase por estar cumpliendo su sueño, en su mirada se notaba una profunda tristeza. Hablaba por videollamadas con su hijo y su madre todos los días, menos durante esos dos días porque estuvo bastante ocupado. Sin embargo, no tuvo ningún avance con Cristal y eso era la nota de tristeza en su vida, sabía que le falló, sin embargo, no podía ordenarle a su corazón
Download by scanning the QR code to get countless free stories and daily updated books


