Paso ya un día desde que se me fue entregada la carta, debo admitir que mi miedo de abrirla fue más grande que las ganas de saber su contenido. El día de hoy tuvo una mañana calmada, es fin de semana domingo para ser exacta, anoche me quede en la mansión en la que siempre ha sido mi habitación de vacaciones. Después de desayunar decidí tomar a mi pequeña colocarla en su carriola y salir a caminar por toda la propiedad de los Labruzzo, prepare su pañalera, abrí un cajón saque una llave que parecía antigua y la metí junto a las cosas de Abby. Salí de la casa y comencé a seguir un sendero colina arriba, me desvié fuera del sendero cuando estuve lo suficientemente lejos de la mansión y camine hasta encontrar lo que parecía una pared de puros arbustos, moví uno de ellos dando vista a una p
