Mi Mejor Amigo Su Bebé y Yo

Capítulo 3. El accidente

     Han pasado ya 6 meses, Roymar y Amy se comprometieron hace tres meses, se van a casar hoy. Ella luce un lindo vestido color blanco es ajustado hasta su busto, luego cae ligeramente sin mostrar de alguna manera muy pronunciada su vientre ni otra parte de su cuerpo. Tiene un moño francés, su hermoso cabello castaño tenía un brillo especial. Estaba emocionada sus ojos color miel brillaban como nunca. Si ella brillaba por todos lados. Yo Tenía un vestido color Lila, con detalle plateados, mi cabello estaba peinado hacia un lado con un adorno plateado, me lo rice totalmente ese día. Kelly y yo éramos damas de honor, estábamos hablando de Roy, y Amy escucho

— ¿Cómo te sientes? — Me miro mientras aplicaba brillo a sus labios.

— ¿Porqué lo dices? — Dije colocándome los aretes plateados.

— Vamos sabes de lo que hablo, Roy. ¿Cómo te sientes al ver que el chico que te gusta se casa con tu mejor amiga? — Se colocaba su collar de perlas.

— Kelly no se dé que hablas yo solo veo que mis dos mejores amigos se casan — Dije acomodando mis rizos.

— Mileni no te hagas, se de todo, del beso — Me tendió su muñeca para colocarle la pulsera que hacia juego con su collar.

— Shhhh — Coloque mi dedo índice en los labios. — Cállate eso fue hace tiempo, ahora tendrán un hijo que los unirá para siempre — Me gire para que no viera mis lágrimas. — Además yo ahora salgo con Emiliano y nos iremos a Italia en un año —

     Emiliano Lombardi era nieto del socio de mi abuelo, y su padre del mío. Desde pequeños nos han dicho que deberíamos casarnos para unir las familias, pero Emiliano no me gusta, nos criamos como primos y así lo veo como un primo, además a veces tiene comportamientos extraños, y no es que lo juzgue, pero si es gay que mejor salga del closet de una vez.

— Pero no me niegas que él te dijo que te quería en su relación, que muchas veces intento terminar a Amy, y tú no se lo permitiste — Se apoyo en mi hombro izquierdo. — Lo amaste ¿Verdad? —

—Si — Bufe. — Lo amo aun — Me gire y pude ver a Amy, dejo caer su ramo de rosas color lila al suelo. — ¡¡¡Amy!!! — Me preocupe en seguida, ¿escucharía todo?

— Amy, nosotras — Kelly intento justificarse pero Amy no la dejo continuar.

— Cállate — Sus ojos se volvían cristalinos, estaban a punto de llover. — Kelly Hyland, te pido que nos dejes a solas — Señalo la puerta para que se fuera.

— No, no dejare a Mileni sola — Dijo firmemente en el medio de ambas.

— Que te vayas Kelly — Se sacudió un poco, me preocupe por ella, y su bebé.

— Tranquila estaré bien — Dije colocando mis manos en sus hombros. — Te avisare cualquier cosa — Ella salió sin mencionar palabra alguna. — Amy, yo puedo explicarte — Ella comenzó a llorar.

— Pensé que eras mi amiga — Su maquillaje perfecto comenzaba a correrse.

— Lo soy, pero...

— Nada — Me interrumpió nuevamente. — ¿Porque lloras Mileni? No eres tú la que está a punto de casarse con un bebé creciendo dentro de ti de 8 meses — Ella estaba devastada.

     Sentí mi mejilla húmeda, efectivamente, estaba llorando.

— Pero no es lo que crees — Justifico.

— Ah no — Seco sus lágrimas. — ¿Por qué nunca me dijiste que te gustaba Roy? — Con sus manos comenzaba a limpiarse el maquillaje.

— Porque te veía feliz — Trataba de respirar. — Porque para mí era más importante tu felicidad que la mía —

— Me crees tonta, si fuera lo más importante no lo hubieras besado ese día en tu casa — No paraba de llorar. — El día que fui como una completa estúpida a consolarte por tu abuelo —

     Recogí los platos y los vasos, salí de inmediato, y cuando iba a decir algo, escuche su conversación, deje los platos en la mesa de al lado de la puerta, y me quede lo mas callada posible para ver de que hablaban, para mi sorpresa ambos me lastimaron.

— No puedes decirle a nadie, mucho menos a Amy — Me preguntaba qué era lo que no podían decirme.

— Claro que no, además no fui yo la que te beso — Fruncí el ceño. Y me pregunte ¿Un beso?.

— Yo sé que no, y discúlpame por besarte la otra noche — ¿Disculparse? Él te había besado y tú como mi mejor amiga habías sido incapaz de detenerlo.

— No se debe repetir — Te levantaste y deje de oír, me asome un poco y vi que estaban en la piscina, el rodeando tus caderas, me acerque un poco para poder escuchar mas.

— Dame tiempo para terminarla — Tape mis labios para evitar emitir algún sonido, y corrí nuevamente a la puerta, lloraba en sollozos no podía escuchar lo que decían, me asome un poco y vi como se estaban besando, nuevamente, pero esta vez en mi presencia. Decidí secarme las lágrimas y arruinarles el momento.

— Chicos — Al ver que había separado de golpe, pensé que si les preguntaba me dirían la verdad, les di una miserable oportunidad. — ¿Qué pasa? ¿Tienen algo que decirme? — Pero tus ojos solo reflejaban miedo.

—Si— Cuando crei que realmente valorarían nuestra amistad, fuiste tu quien metió la pata diciendo.

— ¿Por qué tardaste tanto, te perdiste en mi casa? — Nos reímos es cierto, pero era lo único que podía hacer para no llorar en frente de ustedes y darles el gusto.

     No podía creer que Amy había escuchado todo eso, y ese recuerdo que había sido narrado por ella solo nos hizo llorar más, pero no podía quedarme callada, no aguante y reventé de la rabia, pero no medí mis palabras, y esto llevo a la desgracia.

— Por eso cuando él comenzó a olvidarte, pensé que haciendo el amor se fijaría totalmente en mi — No podía creer lo que ella decía, pareciera que una completa extraña me hablara y no mi mejor amiga. — Eres despreciable Mileni —

— ¿Yo? ¿Porqué yo? — Pregunte indignada. — No fui yo la que siguió con una relación, mientras sabía que su novio y su mejor amiga sufrían uno por el otro — Apreté mis puños. — Sabias que él me gustaba y no hiciste nada, solo pensaste en ti —

— Lo amaba Mileni — Comenzó a tocar su abultado vientre.

— No conoces el amor, siempre te lo dije —

— Y según tú, ¿Que es el amor? —

— El amor es pensar en la felicidad del otro sin importar la tuya, el era feliz a tu lado y tú en el de él, por eso nunca me atreví a decirte algo — Sin darme cuenta estaba mirando a otro lado, mi mejilla ardía, ella me había proporcionado una cachetada.

— Cállate — Se doblo tocando su vientre. — Ayy — Dijo quejándose.

— ¿Amy que tienes? — Intente acercarme para ver lo que sentía y ella se alejo.

— No me toques — Se alejo buscando las llaves de mi auto. — No me digas como o cuando debo amar — Cuando las encontró, tomo su suéter. — Tú siempre lo has tenido todo Mileni, amor de tus padres, familiares, amigos, incluso el del chico que te gusta — No entendía por qué salto de un tema a otro. — Solo una vez me sentí amada y fue cuando tu familia me acogió aquí, si la adopción se hubiese logrado, te hubiese dejado a Roy — Seco sus lágrimas una vez más.

— ¿Todo esto es una especie de venganza acaso? — No podía creerlo cuando lo afirmo. — No fue mi culpa que tus padres te llevaran, lo sabes —

— Me voy — Dijo ignorando por completo mis palabras. — Y no te quiero en mi boda — Cerró la puerta de golpe.

     Trate de correr tras de ella, pero cerró la puerta en mi cara, comencé a llorar descontrolada mente, corrí a mi habitación una vez ahí, caí lentamente al suelo hasta que mis rodillas estuvieron pegadas a mi abdomen. Tome mi celular y llame a Emiliano, necesitaba que alguien estuviera conmigo en este momento, y no podía llamar a Roy, el estaba seguro ya en el altar esperando a Amy.

                                                                                            (…)

     Tome las llaves de su auto y conduje hasta mi boda, esto no me lo iba a arruinar, Kelly iba del lado del copiloto sin decir nada, me mire en el espejo retrovisor y note que mi maquillaje estaba hecho un completo desastre, me lo arreglaría en cuanto llegara a la iglesia. Y así como si nada comenzó una llovizna torrencial, Mileni decía siempre que ese tipo de lluvia avecinaba una tragedia.

— Amy — Rompió el silencio Kelly. — Ella no te quería lastimar —

— Pero lo hico Kel, y espero no comentes mas nada, si no quieres que te deje afuera de todo también — Conducía mirando siempre al frente, mi vientre empezaba a doler .— Los escuche en su casa e incluso los vi, cuando se besaron — Coloque una mano en mi vientre, trate de aguantar el dolor.

— Dime ¿y que viste o escuchaste — Me miro. — ¿Cuándo ella lo hizo a un lado por ti o le dijo que no terminara contigo para que no salieras lastimada? — Escupió con rabia.

— ¿Eso hizo? — Una lágrima resbalo por mi mejilla.

— Si, y me parece que trataste mal a Mileni, cuando ella solo busco tu felicidad — Me encorve del dolor y solté un pequeño gemido de mi boca. — ¿Qué te pasa Amy? —

— Me duele, y mucho — Me sobaba el vientre. — No, bebé, aun no es hora de salir — Respiraba como me lo habían enseñado en las clases de maternidad a las que iba con Roy.

— Amy, estaciónate, tomare el control y te llevare al hospital — Dijo Kelly preocupada.

— Ok —

     Escuche las cornetas de un camión, luego todo mi mundo dio vueltas y solo sostenía mi vientre, le rogaba a dios que nada le pasara a mi bebé, que lo mantuviera a salvo. Y que me perdonara por el daño que les había causado a Mili y Roy, en cuestión de segundos todo se nublo, solo escuchabas las voces de personas llamando al 911

                                                                                                (…)

— Respira Mileni — Me repetía una y otra vez

     Estaba en un restaurante con mi vestido de dama de honor, Emiliano sugirió que lo mejor era salir para despejar mi mente, el sabia que meses anteriores hubo un beso entre Roymar y yo, como también parte de la pelea, lo que no sabía era que había defendido lo que sentía por mi mejor amigo. Y no merecía saberlo, a esta hora ya ellos abrían dicho el si acepto, estarían saliendo juntos a su gran fiesta, estarían siendo lo más felices posible, y le deseaba lo mejor a ellos y su hijo.

— Mili, aquí tienes tu té — Dijo Emiliano sacándome de mis pensamientos. — Debes despejar tu mente — Se sentó justo al frente.

— Si, tienes razón — Tome un sorbo de mi té. — Quería decirte, que si lo deseabas, mañana mismo podríamos viajar a Italia —

— ¿Es en serio? — Se dibujo una sonrisa en su rostro.

— Si, es enserio — Me abrazo.

— Gracias — Respiro profundamente y siguió. — Pero quisiera que cuando vallamos a Italia, y veamos a nuestras familias. Nos vean felices —

— No te preocupes estaré bien para cuando el viaje — Mostré una sonrisa a medias.

— No me refiero a eso Mili — Fruncí el ceño ¿A qué se refería entonces?

— No te entiendo — Tomo mi mano derecha y la beso.

— Llevamos semanas saliendo y bueno — estaba nervioso. — ¿Quieres ser mi novia? — Estas palabras me tomaban por sorpresa.

— Yo...

     No sabía que responder, y aunque por un momento pensé en responderle no, pensé que si le decía que si me olvidaría de Amy y Roy. Ellos serian felices sin mi presencia, así que esta vez pensé en mi felicidad y respondí.

— Si quiero — Con una sonrisa falsa.

— Gracias — Me beso, cerré mis ojos e intente pensar que a quien besaba se trataba de Roy, pero Emiliano besaba de una manera muy distinta a Roy. Su celular sonó interrumpiendo nuestro beso. — Perdón, veré quien es. ¿Hola? — Dijo mientras contestaba y se alejaba al mismo tiempo.

     Mire la ventana del restaurante, afuera llovía como torrente, solo pensé. — Abra una desgracia — Mis abuelos desde pequeña me habían enseñado que el cielo siempre anunciaba lo que pasaría, desde entonces sabia cuando iban a ver accidentes. Mire el televisor del restaurante que estaba a unos 30 pasos de mi y vi las noticias, un auto volcado.

— Dos de las personas murieron — escuche decir a la reportera. — mientras que la otra está con débiles signos vitales viajando en este preciso instante al hospital central de Pittsburgh — Un escalofrío recorrió mi nunca.

— Mileni, es una llamada para ti — Dijo Emiliano entregando el teléfono. — ¿Mileni? — Dijo mientras sostenía aun el teléfono en las manos.

— Por Dios — Me horrorice, cuando vi mi auto boca abajo hecho pedazos, note tela del vestido de Kelly. — ¡Amy! — Fueron las únicas palabras que salieron de mis labios. Solo esperaba que la chica muerta no fuera mi mejor amiga, si no cargaría con su muerte toda mi vida.