Capítulo 2. ¿Embarazada, bebé?

2121 Words
— No — Lo aleje. — Por más que me gustes no le puedo hacer esto a Amy, ella no lo merece — Las lágrimas comenzaron a salir. — No, llores por favor — Intento acercarse, pero con mis brazos coloque la distancia. — No hagas esto por favor — Sus ojos se humedecieron. — Esto no lo hice yo Roy, lo hiciste tú — Sé que mis lágrimas y me puse firme. — Ahora por favor retírate de mi casa — Señale a la salida de la parte trasera de la casa. — Mili, por favor — Resbalaron sus primeras lagrimas. — Vete Roy — Grite. — Está bien — Dijo al darse cuenta que la luz de la habitación de mis padres se encendió.      Ya pasaron algunos meses, ayer fue nuestra graduación con su respectiva fiesta claro. La solicitud de universidades no pararon de llegar para Roy, Amy y para mí. Teníamos buenas calificaciones, pero la universidad de la cual hablábamos siempre desde niños era Harvard, por supuesto ¿quien no quiere entrar ahí? Pero como había anticipado meses anteriores, ellos empezaron alejarse de mí, sin motivo alguno... Oh no, si lo tenía, su relación. Querían salir a parte, estar solos, eso me molestaba un poco, aunque sabía que como pareja deseaban su momento a solas. Debo decir, que un 40% de mi pensaba que era por lo del beso con Roymar, dudo que se lo dijera, me pidió que fuera nuestro secreto, y no, no hablo del beso la noche que me entere de su noviazgo, hablo de uno que sucedió semanas después.      Me encontraba sentada con los pies en la piscina, colocaba pétalos de rosa sobre ella, el viento acariciaba mi rostro y jugaba con mi cabello, ese día estaba sola, deprimida, mis padres tenían algo que arreglar en Italia pues mi abuelo había muerto. Escuche la puerta de madera del patio trasero abrirse. Eran Roy y Amy, traían pizza y refresco. — Ey tu, a qué hora es la fiesta — Dijo Roy sonriendo. — A las 2:70pm — Le respondí mirándolo fijamente mientras un poco de mi cabello tapaba mi rostro por el viento. — Es decir, nunca — Dijo Amy. — y bien ¿Como estas? — — Creo bien — Dije mientras me abrazaba. — Lo extraño tanto Amy — Comencé a llorar. — Lo vi hace menos de un mes, me abrazo tanto antes de irme, no pensé que fuera nuestro último abrazo — — Tranquila todo estará bien, el te quería y mucho, eras como su novena hija — Se sentó a mi lado y me abrazo otra vez. — No me gusta verte así, eres como mi hermana, y si tu sufre yo también — — Te quiero hermanita — Dije mientras secaba mis lágrimas. — Bueno la pizza se va a enfriar y el refresco se calentara — Dijo Roy colocando todo en la mesa del patio. — Yo voy por los platos y vasos — Se levanto, corrió hacia él y le dio un beso. — No coman sin mí  — Entro a mi casa. — ¿Me pasas la toalla? — Estire mis brazos abriendo los dedos de mis manos para atraparla. — Toma — Lanzo la toalla. — Gracias — Sé que mis pies y me coloque mis sandalias. — Que bueno que vinieron — — Si, Amy no quería verte sufrir — Dijo mientras abría la caja de la pizza. — Que rico, 7 quesos mi favorita — Saco el refresco de la bolsa. — ¿Podemos hablar? — Puso su mano sobre la mía. — Sí —Lo mire a los ojos. — ¿De qué quieres hablar? — Nos sentamos en las sillas que hacían juego con la mesa de cristal. — Del beso — Gire la vista rápidamente, me había sonrojado en cuestión de segundos. — Mírame por favor — Lo volví a mirar — No puedes decirle a nadie, mucho menos a Amy — — Claro que no, además no fui yo la que te beso — Fruncí el ceño. — Yo sé que no, y discúlpame por besarte la otra noche — ¿Disculparse? no entendí porque dijo eso, pero ahora me doy cuenta de que él enserio la quiere a ella. — No se debe repetir — Me levante para ver mi reflejo en la piscina, el viento volvió a soplar y mi cabello iba hacia un lado. — Mili — Coloco sus brazos rodeando mis caderas— Dame tiempo para terminarla — Ahora me había confundido, ¿A quien quería? — No lo harás, no la harás sufrir, a ella no — Me gire. — Por favor no — Me solté e intente caminar nuevamente a la mesa. — Espera — Tomo mi brazo y me pego a él, no me di cuenta en qué momento nuestros labios se juntaron, era como bailar una dulce melodía, la del amor. — Chicos — Escuchamos a Amy venir, y nos separamos inmediatamente. — ¿Qué pasa? ¿Tienen algo que decirme? — Nos miro fijamente. Me asuste un poco, pero no podía demostrarle mi miedo. — Si — Respondió Roy. Lo mire rápidamente nervioso, pensaba que le iba a decir, pero yo preferí no lastimarla a ella y hable primero que él. — ¿porque tardaste tanto, te perdiste en mi casa? — Soltamos una carcajada. — Venga — Empezó a cortar la pizza y servirla en los platos. — Este también es nuestro secreto — Me susurro al oído.      Pero eso había sido ya hace meses, dos semanas después del beso para ser exactos. Estaba empacando mis cosas, mi familia necesitaba con urgencia que viajara, y la verdad yo también quería hacerlo, no paraban de llegarme solicitud de Universidades en Italia, no comprendía muy bien él porque me llegaban, nunca solicite estudiar allá. Pero quizás ahora era buena decisión tomarla, mi Papá y mis hermanos se fueron a Milán hace un par de días. Yo me quede con mi mamá, nos iríamos en cinco días como máximo. Mientras empacaba recibí un mensaje. — Necesitamos hablar contigo, nos vemos en la heladería de la plaza. — No puedo, estoy haciendo algo. — Mileni, ven. — Bueno denme un momento.      Me cambie, tome las llaves del auto, un pequeño bolso metiendo algunas cartas de aceptacion y cuando me disponía a salir, mi madre me detuvo. — Mileni — Dijo desde la cocina. — Ven — Me indico. — Voy mamá — Me detuve en la puerta, di media vuelta y fui a la cocina. — Dime, ¿Que necesitas? — Pregunte. — ¿Vas a verte con los chicos? — Dijo mientras sacaba algunas verduras de la nevera. — ¿Si, porqué? — Levante una ceja extrañada, ella nunca preguntaba eso. — Tienes que decirle hoy la verdad, nos iremos a Italia mañana — Comenzó a pelar las papas. — ¿Porque tan pronto? — Mis ojos se abrieron como platos. — Te necesitan, tu familia te necesita — Me miro frunciendo el ceño por abrir mis ojos de tal forma. — ¿Porque necesitan tanto de una nieta? — Salí rápidamente sin escuchar lo que mi madre me decía.      Conduje hasta la heladería, baje del auto y los vi sentados junto a la ventana, iba a extrañar esta heladería, era mi favorita, tenía un aspecto como de los 80, y cada año realizaban una fiesta por su aniversario, me encantaba vestirme de esa época. Me senté justo al frente de ellos. — Hola chicos — Dije acomodándome. — Hola Mili — Dijeron juntos. — Necesito hablar con ustedes, es sobre mi familia — Estaba tomando valor para continuar hablando pero ellos continuaron por mí. — Nosotros también, y esto es más importante — Dijo Amy, sin borrar una gran sonrisa de su rostro. — Es lo mejor que nos pudo pasar — — Sí — Dijo Roy no con tanto ánimo como ella.      Según yo creía que desde hace tiempo ya se había enamorado de Amy. — Ok, pueden decirme — Suspire de mala gana. — Pero en serio necesito contarles — — Si ya — Dijo Amy mientras buscaba algo en su bolso. — Aquí esta — Me paso una prueba de embarazo. — ¿Y esto? — Dije confundida — Míralo tú misma — Respondió Roy. — ¿Positivo? ustedes... Están... Bebé — Era lo que podía decir a duras penas. — Si, no es genial, estoy embarazada Mili — Coloco sus manos en su vientre. — Serás tía de un hermoso bebé. — Ahora te queríamos pedir un favor — Roy entrelazo su mano con la de Amy. — La corrieron de la casa, en la mía no se puede quedar, esta toda mi familia — Justifico. — Si, está bien, que se quede en la mía, total, mañana me voy del país — Sacudí un poco mi cabeza reaccionando. — ¿Estás loca? — Dijo Amy. — No puedes irte, te aceptaron en Harvard igual que a nosotros —      Bien sabia que lo que acababa de decir no era solo por la universidad, era Amy tratando de controlarlo todo, pero podía comprenderla, tendría un bebé y su familia literalmente la hecho a su suerte. — Si — Comencé a sacar un sobre de mi bolso. — Como también en Milán me aceptaron en muchas universidades — Me defendí. — Todas estas son notificaciones de aceptación de las mejores universidades de Milán — — ¿Porque te quieres ir? — Hablo Roy esta vez. — Ustedes me han dejado a un lado. Salían juntos, comían pizza sin mí, hacían tareas incluso sin mí — Aunque la verdad era que me enamore de Roymar y verlo con ella dolía mucho. — Creí haberles anticipado lo que pasaría, recuerdo que su reacción no fue la mejor — Me excuse. — Lo sentimos — Amy se levanto del lado de Roy para colocarse a mi lado. — Pero no nos puedes dejar, mi bebé te necesita tanto como yo estos próximos meses — ¡Bingo! Sabía que esa era la verdadera razón. — Tendría que hablar con mi mamá, mi familia por algún motivo o razón que no desean decirme aun, me necesita — Coloque mi mano en su vientre plano aun. — Pero hare lo posible para cuidar de este angelito que viene en camino — Y ahí estaba yo cediendo de nuevo a su petición.      Pase las maletas de Amy, a mi carro, nos despedimos, y la lleve a casa. Le comentamos a mi Mamá lo que pasaba, pero yo ya había aceptado ir a una universidad, tenía que hacer unas llamadas. Esto sería complicado. Mi padre me llamo, estaba furioso, pero no iba a dejar a mi mejor amiga cuando más me necesitaba.A la mañana siguiente desperté más temprano de lo normal, me puse una ropa deportiva y salí a trotar, cuando iba por el parque Kelly estaba hablando con Roy, no pude contener las ganas de escuchar lo que decían, así que me escondí detrás de un arbusto. — Kelly, Amy es mi novia tendremos un bebé — Paso una mano por su cabello. — Pero si la hubieras visto ayer, Mili entro con su cabello castaño, brillante, ondulado en las puntas como siempre. Creo que me está gustando otra vez — Bufo enojado. — No puedes dejar a Amy así, además dudo que Mileni te deje terminar esa relación, ella no dejaría sufrir a su mejor amiga — Dijo un poco enojada. — No te enojes, te lo estoy comentando porque eres mi amiga — — Debes pensarlo bien — Le hizo seña para que se sentaran en la banca. — Tu papá dijo que no te quería ver ni en pintura, al menos de que... de que... — Algo la trababa ¿Que era lo que no quería decir? — ¿Qué cosa Kelly? — Dijo desesperándose — Te cases con ella — Soltó — ¡Que te cases con ella! — Exclame dejando salir de mi boca un pequeño gemido de asombro. — ¿Que fue eso? — Salí rápidamente del arbusto, corrí lo más lejos posible, antes de que me viera. — ¿Qué raro, creí escuchar algo? —      Mi vista empezó a verse nublada, toque mi mejilla y note que lloraba, que tonta soy, porque lloro, no debería sentirme así, pero él dijo que le estaba gustando otra vez, pero el tendrá un hijo de mi mejor amiga. Pero, pero, deja de justificarlo Mileni, parezco una tonta hablándome sola. Sin darme cuenta llegue otra vez al parque, Kelly ya no estaba, Roy si y me detuvo. — Necesito hablar contigo — Se puso al frente para no continuar. — Yo no, ahora si me permites, debo irme, mamá se irá en un par de horas y Amy se despertara pronto — Pase por un lado y continúe mi camino a casa. — Te quiero — Grito. — ¿Qué? — Me detuve y gire hacia donde estaba él. — No digas eso, Amy tendrá un hijo tuyo — — Todos dicen eso — Se molesto. — Porque así es Roymar — Solté con la voz temblorosa. — Te quiero es a ti, no Amy. Con ella solo tuve relaci... — No deje que terminara. — No, con ella hiciste el amor, que es muy diferente a tener relaciones sexuales — Dije casi en gritos.— Y fruto de ese amor van a tener a su bebé — — Pero yo... — ¡NO! — Exclame. — La embarazaste. ¿Si tanto me querías por qué hiciste el amor con ella? —
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