Mire en la ventana de mi habitación mis ojos se encontraban hinchados de tanto llorar, mi familia se había preguntado ¿por qué no viaja a Italia?, le llame a mi Mamá y le conté lo sucedido con Amy. Fue como un balde de agua fría, ella, mi padre y mis hermanos no se esperaban esa noticia. Decidieron guardar luto por ella, sabían que sus padres no lo harían ya que siempre andaban metidos en el alcohol. La niña permanecía en el hospital, hoy iría a verla pero antes debía hablar con Roy, quien se negaba desde su nacimiento a verla. Tome mi celular y comencé a marcarle, uno, dos, tres repiques y contesto. — Hablaremos te guste o no. — No, ya te dije que no quiere tener ningún tipo de relación con la persona que mato a Amy. — Por favor, no seas infantil. Bien sabes que esa bebita nada t

