Violet Miro maravillada el pequeño prado en el que estamos, parece sacado de un cuento. Me siento al lado de Kale y el me da una radiante sonrisa. — Estoy tan feliz de haberte encontrado... No sabes cuánto te busqué. — confiesa con sinceridad haciendo que mi corazón palpite desbocado. — Yo... No se que decir — respondo apretando los labios. — No tienes que decir nada, tu compañía es suficiente para mi — me da una mirada intensa haciendo que me sonroje. Ay no... ¿Yo sonrojada? Estoy jodida. — Te ves muy linda sonrojada. Ya veo porque mi beta no se resistió a verte. Confiesa con una sonrisa traviesa haciendo que abra la boca indignada. ¡Será idiota! Me levanto y camino hasta el estanque, el agua es cristalina, como un sueño... Me agacho hasta que mi mano puede tocar el

