Sobrenatural

Capítulo 5

Violet

Me dejó arrastrar hasta la piscina que está en el gran patio de la mansión, las chicas me obligaron a usar un “Sexy” traje de baño que resalta mi piel pálida.

Al llegar a la gran piscina que estaba en el patio de la mansión más chicas me indican para que nademos un poco pero enserio, no quiero quedarme tan expuesta, y se que si no me quitó el vestido, lo harán ellas.

— Paso — digo intentando no sonar borde.

— No no no, a la piscina cuñada, diviertete un poco. — chilla Megan

— Megan... — digo pero asiento ante la mirada mordaz que me da.

Me quito el vestido sintiéndome expuesta, pero la mirada de las chicas me hace sentirme mejor.

Camino hacia el borde de la piscina y siento una mirada sobre mi, miro en todas direcciones y me doy cuenta que a unos metros de nosotros se encuentra el beta de Kale que ahora se que se llama Dylan, este me escanea con la mirada haciéndome incomodar.

Después de unos minutos dejo de prestar atención al lobo que no deja de mirarme y nado con tranquilidad hasta que escucho un rugido, si, como oyeron, rugido, miro a mi alrededor y veo a Kale quien tiene a Dylan tomado del cuello de la camisa.

— ¡DEJA DE MIRARLA ASI! ES MIA! — le grita captando la mirada de mis dos acompañantes.

Salgo de la piscina y me acerco a ellos antes que Kale le parta la madre a Dylan.

Pongo mi mano en su brazo deteniéndolo.

— Kale, ya basta — digo autoritoria.

Haciendo que el me mire con enojo pero relajándose notablemente.

— No fue mi intención

ofenderte Kale — dice Dylan, Kale lo suelta y me toma de la cintura posesivamente.

Siento descargas eléctricas por todo mi cuerpo, por alguna razón siento que su toque quema en mi piel, luego de que Dylan saliera del patio con la cabeza baja y un buen sermón, me suelto del agarre de Kale, este me mira confundido pero me mira desde la cabeza hasta lo pies, deteniéndose más de lo necesario en algunos lugares.

— Deja de mirarme así — cuestiono molesta.

— ¿Asi como? — pregunta volviendo la mirada a mis ojos.

— Así como si la fueras a devorar — exclama Megan llegando a nuestro lado. Zahira a su lado nos mira con una sonrisa sincera.

Ya me empieza a caer bien.

— Sólo admiro lo que es mío — habla haciendo que abra la boca ofendida pero de momento empieza a quitarse la camisa, siento mi corazón acelerarse más de lo debido, como si quisiera salirse de mi pecho, el me mira con picardía dándose cuenta de la mirada que le daba.

Termina de quitarse la camisa dejándome embobada, esta vez soy yo la que lo miro sin descaro, al final, si el afirma que soy suya, el también es mío.

— Se que estoy bueno linda pero me desgastaré — dice con arrogancia haciéndome rodar los ojos.

— No estas tan bueno — miento descaradamente.

El se acerca a mi con una sonrisa y pone sus manos en mis muslos cargándome hacia... Oh no, no no

Aguantó la respiración y siento como nos sumergimos en la piscina, siento sus manos en mis caderas apegandome a el.

Al salir lo miro con una ceja arqueada.

— Eso fue por mentirosa — dice y sin darme tiempo a reaccionar une sus labios con los mios, se pega a mi como lapa, yo solo muerdo su labio inferior y lo separó de mi.

— No vuelvas a besarme así — digo con seriedad para luego salir pitando de la piscina.

Kale

Miro como mi Luna sale de la piscina enojada, sonrió como estupido y miro a mi hermana.

— Te has pasado, sabes que aún no se adapta, apenas dos días que sabe su origen Kale — reprocha con seriedad para luego salir con Zahira pisandole los talones.

Talvez me haya pasado un poco.

«Es nuestra mate, espere tanto por ella, ahora no importa cuanto tiempo espere, quiero hacerla mía y marcarla»

Dice mi lobo.

«Queremos amigo, queremos.»

Respondo cerrando el link y saliendo también de la piscina.

Camino hasta mi habitación donde me cambio y voy directamente a la cocina, muero de hambre.

— Catalina — hablo a la señora mayor que se mueve ágilmente en la cocina, esta pega un brinco y me mira con cariño.

— Alfa, ¿Que se le ofrece? — pregunta con respeto.

— Algo de comer por favor. — respondo sentándome frente a ella.

— ¿Como van las cosas

con la Luna? — pregunta sin mirarme.

— Si que corren rápido los chismes — digo algo sorprendido.

— Nadie me lo ha contado, yo misma lo he visto — declara haciéndome fruncir el ceño.

— ¿Como? — cuestiono.

— Pase a llevar bocadillos al patio pero estaba muy ocupado intentado cortarle la yugular a Dylan — dice con diversión.

— Eso le pasa por ver lo que es mío — gruñó por lo bajo. Catalina ríe en respuesta.

— Así era tu padre — sonríe y pone frente a mi un plato de pollo con papas. — ¿Para la luna también? — pregunta

— Me encantaría — escuchamos la dulce y pasiva voz de Violet, pego un brinco porque no me había dado cuenta cuando llego.

Catalina sonríe en su dirección y pone un plato frente a ella.

— Muchas gracias.

— No es nada querida, ahora dime ¿tus padres como están? — pregunta y a mi Luna se le iluminan sus fríos ojos.

— Bien, algo tristes por mi ida pero están bien — responde probando la comida, ella cierra los ojos y gime de gusto haciéndome sonrojar.

«estamos jodidos»

— Esto esta delicioso. — dice abriendo los ojos y mirando a Catalina, luego a mi, dándose cuenta de mi sonrojo.

— Kale, ¿Que tienes? — pregunta confundida.

— Nada — respondo mirando hacia otro lado.

Catalina sólo ríe para si misma y sale de la cocina.

— Me cae bien Zahira — dice de repente haciendo que me atragante con la comida, esta pasa dificultosamente por mi garganta y la mire como si estuviera loca.

— ¿Te agrada mi ex novia? — pregunto pasmado.

— Si, ¿cual es el problema? — dice comiendo otro bocado.

— Ninguno es sólo que... Nada olvidalo — respondo desconcertado.

— Como que nada, dime — presiona con curiosidad.

— ¿y que me darás si te lo digo? — pregunto acercandome a ella hasta que nuestros labios se rozan, noto como su respiración se acelera pero ella me da un pequeño empujón haciendo distancia entre nosotros.

— Nada, no tengo tanta curiosidad — dice tomando de su vaso de jugo.

— Es sólo que no es normal que te agrade la ex novia de tu novio — declaró haciendo que ella me mire con burla.

— Tu no eres mi novio — dice sin dejar de mirarme.

— Pero soy tu mate, soy más que tú novio. — la reto con la mirada. Esta alza una ceja.

— Voy a leer algún libro — dice mirandome.

— Puedes ir a la biblioteca — señaló las escaleras, ella me mira como si estuviera loco y mira hacia donde señale.

— ¿Tienes una biblioteca? — pregunta sorprendida.

— Si, en el segundo piso, la puerta al fondo en el pasillo de nuestra habitación — indico y ella me mira mal.

— ¿Nuestra? — pregunta.

— Si, nuestra. — afirmo

— No dormire contigo — dice como si tuviera otra opción.

— No te lo he preguntado.

Luego de decir eso ella se va rápidamente, se que esta enojada, puedo sentirlo.

Pero no harás lo que quieras. No Violet.

Violet

Llegó a la puerta que supuestamente es una biblioteca, la abro lentamente encontrandome con una estancia llena de libros y polvo.

Paso mi mano por los tantos libros que hay, y sonrió levemente, wow, necesito relajarme.

(...)

Luego de pasar toda la tarde leyendo, me dirijo al cuarto de Megan.

Tocó suavemente la puerta, dado que por lo que se, los licántropos tenemos una audición bastante aguda.

— ¡Pasa cuñada! — escucho la eufórica voz de Megan

— ¿Como sabias que era yo? — pregunto adentrándome a la habitación.

— Tu olor — confiesa con una sonrisita

— Yo aún no puedo

reconocer olores — digo apenada

— Aún eres nueva en esto, nosotros llevamos toda la vida, es normal, no te preocupes por eso — me da una sonrisa tranquilizadora.

— Sólo reconozco el olor de Kale — declaro

— Porque es tu mate — responde pícara.

— ¿Y tu? ¿No tienes mate? — desvió la conversación

— ¡Si! Se llama Jack, esta de viaje, es el Delta de mi hermano, en Realidad el puesto de Delta era mío, pero no me importa dárselo a el, el gruñón es mejor que yo en eso — dice con sus ojos verdes iluminados

— Se ve que lo amas — digo con una sonrisa

— Si, lo amo demasiado, daría mi vida por el, así como tu amaras a mi hermano — dice haciéndome rodar los ojos

—¡Deja de meterme a Kale

por los ojos — exclamo mirándola.

— ¡Es verdad! — chilla mirandome pícara.

— Ya ya, vamos a cenar — digo levantandome.

— Vamos, pero no te salvas de este tema.

¿Yo enamorada?

Primero llueve para arriba.