Capítulo 42: Café y chismes

2309 Words

¿No es impresionante como el tiempo pasa sin dejar muestras algunas veces? Así me sentía con la vuelta a mi ciudad de nacimiento. Algunas veces si cerraba los ojos y los volvía a abrir podría fingir que no habían pasado 5 años. Por ejemplo, el vecindario de la casa Fernández seguía igual de caótico, el mismo desorden, los mismos vecinos, las mismas tiendas alrededor. Solo que al mantener los ojos abiertos por un rato largo también reconocía que mudarse de país era un tremendo dolor de estómago. Más cuando tenías a tres hijos pequeños. No solo había estado buscando un departamento el cual alquilar, sino un jardín de niños bueno para mi terremoto triple. A pesar de la insistencia de Michel de irme a vivir con él, me rehusaba, peor al enterarme de que tenía una novia y parecía una relación

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD