La brisa calmada de este brillante día, más la tranquilidad que me daba estar sentado en este banco, era notablemente agradable. Creo que así lo sentía también el niño a mi lado, Adrián, debido a que los dos estábamos sentados, a solas.
¿Por qué había pasado esto?
Bueno, mi plan era sacarle conversación a Elle tomando asiento con el niño en medio de los dos. Adrián a diferencia de sus hermanos parecía tranquilo y tratable, seguro no tendría problema con hablar con ella. Sin embargo, cuando Elle escuchó un grito pidiendo ayuda de Carol, esta fue como si se tratase de una super heroína hacia allá.
Hacia como un grupo de niños estaban peleándose a patadas y puños por el contenido de la piñata. Era un desastre.
¿Participaría?
No.
Era un hombre nuevo, no un maestro de pre escolar.
Así
