Los malos despertares son la antesala ideal para los malos días en su totalidad. Como ejemplo maestro me podría colocar en este día en donde una mañana de mierda, se volvió un día entero de mierda.
Tan solo al llegar a la empresa tuve que enfrascarme en un ciclo sin fin de papeleo, reuniones intensas con inversionistas, uno más incompetente que el otro, y los regaños. No sabía si todos los empleados de Bryrne Holdings se habían asociado o hecho un pacto pero cada uno de ellos me habían hecho salir de mis casillas hoy.
Debía ser algo en el agua, debía ser algo en el aire, era mi deber acabar con semejante horror. Sin embargo, cómo podría encaminar a otros si yo era el principal descarrilado, no solo por mi humor, sino por mi actuar aparentemente.
Actuar del cual Armando no parecía estar
