El martes un nuevo día de terapia más una sesión apacible de trabajo con Elle fue lo que ocurrió. Aunque no se me había escapado que desde que estábamos trabajando en mi despacho veía en casi suspiros la piscina del patio. Eso sumado a sus comentarios de nadar en los viajes a Toronto me dio la idea de invitarla a nadar. Puede que se resistiese primero por no tener traje de baño consigo, pero a quién le importaba eso, que nadase con ropa. Así que la invité amablemente a que se diera un chapuzón. Creo que lo disfrutó bastante si me preguntan, tanto que hasta cenó conmigo esa noche. Por eso este miércoles se me ocurrió pedirle a Jacinto que preparara algo especial y más relajado, quizás podríamos almorzar en mi patio. Le pedí a mi cocinero que preparará varías pizzas en el horno a leña que

