La noche de ese viernes mis hermanos y yo pudimos terminar a tiempo el embalaje de mis pertenencias. Al finalizar un servicio de almacén que era de 24 horas se las llevó, y así me despedí de mi departamento.
Como era muy tarde e igual no tenía nada todavía en la casa del cuervo, me decidí a dormir esa vez en la casa de nuestros padres con Carol, Nick y Caroline. Michel se quedó hasta la cena, y a pesar de los gritos entre mis hermanos que siguieron mucho después de acabar de contar mi luna de miel, la pasamos bien.
De este modo, Julio me fue a buscar el sábado en la tarde a que llevase lo que quisiese a la casa del cuervo, digo mi esposo.
Al verme con una sola maleta se sorprendió y preguntó por el resto. Mentí diciendo que lo vendí o regale. Que solo traía ropa, y quedaba en mi male
