CAPITULO CUARENTA Y UNO

1592 Words

**VICTORIA**  Fui imprudente. Durante años, había observado a Alexander moverse entre mujeres con la indiferencia de un coleccionista de arte: una distancia respetuosa, una curiosidad estética, pero nunca un deseo real. Esa familiaridad con su patrón me daba una falsa sensación de seguridad, una ventaja que creí inquebrantable. Pero esta noche, algo se rompió. Lo vi salir de la habitación de esa joven, Alondra. Su andar era demasiado contenido, como si intentara ocultar un torbellino interior. Y su reacción, cuando lo abordé, no fue la habitual. Por primera vez, Alexander, el hombre que siempre tiene una respuesta calculada, se quedó sin palabras. Cuando finalmente habló, su voz no me convenció. La frase “Solamente quería saber que estaba bien” sonó vacía. ¿Desde cuándo se preocupa po

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD