CAPITULO NOVENTA Y DOS

1112 Words

**ALEXANDER** Sus brazos se apretaron aún más alrededor de mí, por un segundo, temí que no me fuera a soltar. —¿Cuántos días? —preguntó, pero su voz no era de alivio. Era de miedo. —No lo sé. No podré hablar contigo todos los días. Además, estarás ocupada con lo de tu mamá. —Siempre tengo tiempo para ti. Te voy a extrañar —dijo—, la última frase apenas audible. Me separé un poco para poder ver su rostro. Sus ojos se veían un poco tristes. —Cuando regrese, te llevaré a un lugar bonito. Una chispa de esperanza se encendió en sus ojos. —¿Hablas en serio? —Sí. Así que espérame. Sus ojos buscaron los míos con una intensidad que siempre me había desarmado, como si tuvieran acceso directo a mis pensamientos, a mis miedos, a las contradicciones que ni yo mismo entendía. —¿Por cuánto tie

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD