**VICTORIA** No sé exactamente qué fue lo que cambió, en qué momento ese hombre que una vez conocí dejó de ser ese Alexander frío, calculador, impermeable a las emociones, para transformarse en alguien que ahora parece perderse en un mar de sentimientos que no logra controlar. Ese hombre que dominaba cada rincón de mi alma, que no miraba a las mujeres con deseo, ni con ternura, ni con esa chispa maldita que ahora veo al estar cerca de Alondra. La misma chispa que en su mirada titilaba con peligro y promesas no dichas. Desde que lo vi por primera vez con ella, esa niña de ojos brillantes y sonrisa traviesa, no le di demasiada importancia. Pensé que era solo una más, una chica bonita, sin peso, sin historia, sin peligro. Alexander siempre ha sido un hombre de estructuras, de lógica fría

