CAPITULO OCHENTA Y DOS

1274 Words

**ALEXANDER** En la penumbra de la habitación, a solas con ella, me dediqué a excitarla con la caricia insistente de mi lengua, haciendo que su clítoris se hinchara de placer. Cada movimiento, cada suspiro, la acercaba más al clímax, hasta que finalmente emanó de ella un aroma embriagador, una esencia única que me cautivó por completo. En ese instante de intimidad profunda, sentí que todo de ella me pertenecía: cada fibra de su ser, cada pensamiento y cada sensación. Y su primera vez, ese momento tan especial y significativo, se convirtió en el sabor más exquisito y memorable que he probado en mi vida, una experiencia que quedará grabada para siempre en mi memoria como un tesoro invaluable. Cada recuerdo de ese instante se mantiene presente, intensificando el deseo y la conexión que sie

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD