**VICTORIA** Desde que llegamos a París, Alexander ha sido una sombra de sí mismo. Cortés, sí. Profesional, por supuesto. Pero distante. Frío. Como si yo fuera una colega más, una asistente con quien comparte agenda, no cama. Estoy tan molesta, como es posible que se fije en ella. Y eso me irrita. Me irrita hasta los huesos, hasta el alma, hasta cada fibra de mi ser que he moldeado para ser perfecta para él. Le he generado contactos, me he convertido en la mujer que necesita a su lado. Aun así, lo siento lejos de mí. No vine hasta aquí para que me ignore. No dejé todo en Nueva York —mis contactos, mi rutina, mi poder— para que me trate como si fuera prescindible. Como si fuera una más en su lista de conquistas pasajeras. Soy Victoria Vaughn. La mujer que ha estado siempre a su lado. L

