**ALEXANDER**
Me subí al auto tras cerrar su puerta, sintiendo una especie de nerviosismo y emoción que todavía no lograba esconder. Apenas arranqué el motor, ella me besó en la mejilla, y en ese instante, una sonrisa espontánea se dibujó en mi rostro, reflejando la felicidad que sentía en ese momento. La cercanía, el roce de sus labios, me hizo sentir vivo, como si el mundo se detuviera por unos segundos solo para nosotros.
Al detenerme en el semáforo en rojo, no pude resistir más. La tomé del cuello suavemente y la besé con desesperación, buscando llenarme de sus labios carnosos después de una semana de extrañarla. La intensidad de ese beso fue como una explosión de sentimientos acumulados, una mezcla de deseo y cariño que nos envolvió por completo. Nos separamos lentamente, respir
