**BIBY** Alondra se quedó en shock, como si esas palabras rompieran toda su visión del mundo. Nunca le había contado nada de ello, nunca le había dicho que tenía novio ni lo que ese amor significaba para mí. Nunca he abierto las puertas de mi corazón tan vulnerable. Y ahora, la realidad era que esa puerta se había abierto de golpe, y esa tristeza me había inundado por completo. —No sabía que tenías novio —susurró con la voz temblorosa, sin saber qué decir, sin entender aún del todo la magnitud del dolor. —¡Lo siento, por ocultártelo! —respondí, con la sonrisa triste que delataba un alma rota—. No sabía que podía sentirme así. Que podía llegar a ser tan frágil, tan vulnerable, tan… destruida. Ella no preguntó más. Solo me abrazó, fuerte y cálida, como un refugio en medio de la tormenta.

