**ALONDRA**
Quiero entender. Biby me cuenta una historia de otra amiga que le rompieron el corazón pero que no es ella. y que el hombre supuestamenre se llama Marcus. pero que yo no lo conozco. ¿A quien quiere engañar?
No quería incomodarla, lo juro. Pero, ¿cómo no iba a querer saber quién le había partido el corazón a mi Biby? ¡Por favor! Si una amiga no investiga eso, ¿entonces qué clase de amiga es?
Así que me puse en modo detective emocional. Nada de interrogatorios directos ni miradas inquisitivas. No, no. Yo me fui por el camino del espionaje sutil: observación estratégica, análisis de patrones y, por supuesto, un poquito de intuición femenina, nivel ninja.
**A la caza del “rompecorazones”.**
La universidad se convirtió en mi campo de operaciones. Cada pasillo, cada cafetería,
