**ALEXANDER** La cena llegó a su fin, marcando el término de una velada que había transcurrido entre risas y conversaciones animadas. De vuelta en el coche, ya con la ciudad iluminada a nuestro alrededor, ella expresó su sentir de estar completamente llena, consecuencia directa de haber probado cada uno de los platos que yo había solicitado. Parecía no darle importancia al costo económico de la cena, disfrutando simplemente del momento. Al llegar a su casa y estacionar justo enfrente, una palpable tensión comenzó a invadir el ambiente dentro del vehículo, haciéndose más densa con cada segundo que pasaba. Con un movimiento suave, se liberó del cinturón de seguridad que la mantenía sujeta al asiento. Inesperadamente, giró su rostro hacia mí y depositó un beso ligero en mi mejilla, acompañ

