¿Y eso qué significaba exactamente?
—Lo que quiero hacer es vestirme e irme a casa —dije rápidamente.
"Ah, no, cariño, no creo que lo sepas", me dijo la Sra. Wilson con dulzura. "Si de verdad querías vestirte, has tenido oportunidad de sobra. En cambio, te has quedado ahí, presumiendo abiertamente delante de mi marido. ¿Te extraña que esté interesado? De verdad creo que serías injusta con él si cambiaras de opinión a estas alturas".
¿Cambié de opinión? No me había decidido ni por una ni por otra, y seguro que adivinaron que me negaría a que me jodieran. ¿Y ahora me culpaban y decían que yo me estaba ofreciendo?
—Tienes que estar bromeando. Nunca acepté nada, para empezar. En cualquier caso, tú también estás desnuda. Es tu marido. Ve y ocúpate de sus frustraciones.
—Oh, lo haré, cariño
