Al día siguiente me doy un baño rápido, tomó un desayuno ligero para después ir a Vini Brenton y arreglar todo lo relacionado con nuestro cliente. En la empresa me recibe la recepcionista que a decir verdad es bastante grosera y me impide el paso, y no es solo porque no me deje pasar, sino que simplemente su forma de tratar con las personas no es la adecuada, si algo caracteriza a todos mis negocios es que nuestro personal no debe diferenciar entre una persona u otra. —Lo siento, pero sin cita no puede pasar —me informa con una mirada de superioridad, suspiro bastante fuerte y me giro hacia ella. —Mira niña, por si no lo sabías, la dueña de esta empresa soy yo, así que no creo necesitar ninguna cita para hablar con mis empleados sobre… —antes de que termine de hablar aparece Armand Willi

