—¿Adivina quién soy? —¡Daniels! Por todos los cielos no me asustes de esa manera. —Hola bebé. Al ella darse la vuelta vio como el rubio fruncía el ceño, ¿tendría algo en la cara? —Ese hijo de perra. Masculla. Y así como llego giro sobre sus talones marchándose del jardín… Aurora escucho como la puerta se cerraba de un azote y ella quedando totalmente confundida por lo que acababa de pasar. […] Demian revisaba su ordenador, dándose cuenta que tendría que viajar por unos días y aun no sabía cómo solventaría el asunto de tener que dejar Aurora en casa. Llevársela no era una opción para él, pero dejarla al cuido de Daniels tampoco lo era. Y además estaba el asunto de Amanda… froto el puente de la nariz pensando que hacer, cuando la puerta de su oficina se abrió estrepitosamente, al levan

