Carlo tomó sus cosas y se marchó de la casa de su padre y rentando unas habitaciones cerca de la mansión de Paterhawn se garantizaba completa vigilancia. Ya no tenía trabajo, su padre lo había despedido y peor aún lo había echado, tampoco tenía aliado, pero su obsesión por Loreta Paterhawn era demasiada y estaba dispuesto a todo por tenerla. A Harry le llegó pronto la noticia de la discusión y separación de los Telor, había sido más rápido de lo esperado y pensó que ahora que se había mudado cerca de la mansión su esposa podía correr peligro con ese hombre obsesionado con ella. Así que aceleró la sorpresa que le tenía reservada. -- Mi amor, debo irme -- Pero te pido que no salgas hoy, ni recibas a Carlo Telor -- No le tengo ninguna confianza -- Mañana le traeré un regalito y se a

