UNA PRIMERA VEZ PARA ESCUCHARLO NARRA ALEXEI RHYZOV Me levanto de mi silla y me estiro para descontracturar cada uno de mis músculos. He estado tanto tiempo sentado en ella, que me siento entumecido. Camino por el pasillo hacia una máquina expendedora de café y compro dos. Regreso a donde antes estaba y me poso frente a Nikolay para ofrecerle uno de los cafés. —Gracias, Pakhan —murmura, tomando el café de mis manos. —No me has contado en dónde estuviste estos días —digo—. Ni cómo sacaste a Annastasia de la mansión de Petrov. Se pone en pie y estira la espalda. Luego, se apoya en una pared y bebe un sorbo del café. Yo también bebo un sorbo y arrugo un poco la nariz. Nada que ver con el que Agata prepara en casa, pero bien. —Como dije, la saqué ayer mismo —empieza a hablar—. Tú me hab

