Te engañe.

3178 Words
:: :: Actualmente, En cuanto llego a la oficina, la noto sentada observando lo furiosa que estaba. —Finalmente apareces.—Dijo dejando la copa de whisky en el escritorio.—¿Por qué faltaste todos estos días? —Tuve planes con Carolina, era su cumpleaños. ¿Qué paso aquí?—Dije notando la copa rota y varias cosas en el suelo. — ¡No cambies el tema, soy yo la que mando aquí no lo olvides! —¡Estas demente Amanda! —Al fin te dignas en llamarme así, dime. ¿Hiciste el amor con ella?—Pregunto en tono de burla. —No te interesa, ya me hartaste con tu estúpida obsesión.—Le contestó furioso. —No es obsesión cariño, hay algo mas que trajo lo que hicimos esa noche, no considero que tu esposa quiera saber.—Se acerco a él con un sobre. Esteban lo abrió indiferente al contenido. Pero cuando lo leyó, se dio cuenta que era el resultado de una prueba de embarazo positiva. —¿Estas embarazada?—Expreso muy temeroso. —Así es cariño y es solo tuyo.—Declaro tocándose el vientre. —¡Deja de mentir!—Tiro aquel papel muy enojado. —¡Hablo muy en serio, dentro de mi crece una personita que nos dará felicidad!—Dijo sobando su vientre nuevamente. —¡Basta, no puedo creer esto, seguro has estado con otros!—Coloco sus manos muy fuertemente en la mesa mirándola con ira. —Nunca había estado con nadie, solo contigo ese día, debías ser mío y lo logre porque te amo. —Yo jamás te amare, fue un error llevarte ese día, amo a Carolina mas que a nadie, por eso renunciare. —Si así lo quieres pues esta bien, solo deja todo arreglado y en cuanto nazca este bebé debes darle tu apellido. —¡Eres una desquiciada, Carolina tenia razón!—Se dio vuelta sin querer mirarla mas ante su enfado. —Gracias cariño, otro asunto mas, cuida a tu esposa, no sea que la estén rondando otros hombres.— Se fue con una risa burlona y ese tono que a Esteban le fastidia. ¿Qué quiso decirle con eso? Seguro estaba rabiosa porque estuvo con Carolina, no quería dudar de su esposa, lo que le asustaba era la idea de que ella estuviera embarazada. Recogió aquel papel revisando de nuevo. :::: :::: Carolina termino de desayunar y vestirse para ir a trabajar, su celular sonó mientras se maquillaba, no deseaba contestar las llamadas de Daniel, si lo hacia corría el riesgo de ser presa de sus deseos. No quería tener sentimientos por él, solo era una simple aventura que comenzó por despecho y ya debía acabar ahora que las cosas se estaban arreglando con su amado esposo. Laura su niñera recién llegaba para cuidar de Mia, se despidió para irse a oficina, aun sonaba el teléfono. —No puedo contestar, no me llames mas, no me tientes.—Se recostó sobre su escritorio. Luego llego un mensaje de texto. «Buenos días mi reina hermosa, no contestas mis llamadas, espero estés bien, extraño tu voz, quiero verte, te amo» —¿Qué voy a hacer contigo Daniel? No puedo seguir con esto. Se reclino contra la silla cerrando los ojos pensando en las caricias de Daniel, solo recordarlo le hacia sentir ansiosa, las lagrimas salieron y no podía continuar con eso, Esteban la amaba, sintió en el pecho aquel dije que le regalo. —¿ Qué hago? Siento que estoy dividida en dos, ambos me dan amor que necesito.—Coloco sus manos en la cara muy desesperada. — Doctora Carolina.— Elena la interrumpió asustándola. —¿Si?—Disimulo mientras limpiaba sus lagrimas. —Tu primera paciente esta aquí.—Le informo. —Claro, hazla pasar por favor—Suspiro tranquilizándose. —¿Te ocurre algo?—Elena le pregunto al notarla alterada. —No Elena solo es un dolor de cabeza, pero ya me tome una pastilla para calmarme.—Suspiro intentando no estar nerviosa ante la mujer que era madre de su esposo Esteban. Con quien tenia una sociedad, ya que era una de las psiquiatras mas respetadas del país. En cuanto la joven entro empezó a escucharla. Carolina se concentraba tanto en los problemas de su paciente que simplemente se olvidaba lo que le ocurría, se desconectaba de toda aquella desastrosa vida. Se sentía feliz de ayudar a otros pero debía buscar ayuda para ella, aun así no quería que nadie se enterara de lo que le causo a su esposo. === Pasó una semana en la que evito por completo a Daniel, volver a tener a Esteban más tiempo en casa alivianaba sus penas. Olvidaba a ese hombre con el que le fue infiel. Desayunar, bañarse, salir juntos, apreciar una noche estrellada en el jardín, ir con él a fiestas de sus padres, era lo mejor para no estar en la ciudad, solo le importaba permanecer a su lado. Al volver después a la ciudad, fue ella quien decidió llamarlo. Le pidió que tenían que hablar, que se vieran en una cafetería cerca de su casa, él acepto tranquilo. Salió de su consultorio al medio día como había acordado, al llegar estaba asentado tomando una taza de café, entro sentándose rápido, evito verlo a los ojos. —Pensé que no querías verme mas— Tomo sus manos para besarlas. —No hagas eso por favor, no vine a verte por eso, solo a decirte que esto se termino Daniel.—Alejo sus manos susurrándole mirando a todos lados. —Espera un segundo, no puedes estar hablando en serio.—Exclamo Daniel muy furioso. —Por favor, esta es mi decisión y quiero que la respetes.—Afirmo Carolina muy decidida. —Carolina mi amor. ¿Viniste con ese pretexto? Sabes que en el fondo quieres lo mismo que yo.—Le susurró intentando tocarla. —Fíjate que no, me harte de que creas que estoy a tu disposición, lo que tuvimos ya no existe, se acabo, murió.—Dijo firme. —¿Esperas que me crea eso?¿Qué deje de sentir esto por ti así no mas Carolina?—Le mencionó. —Puedes sentir lo que se te de la gana, vine a decirte que pares tus llamadas y mensajes ya.—Hablo muy convencida. —No puedo creer que quieres eso.—Tomó sus manos sin querer soltarla. —Es mi verdad Daniel, es mejor que lo aceptes, es lo que siento y no cambiare de opinión.—Carolina estaba furiosa. —Ok, ojala mi habitación hablara, pudiera decir todo lo que hemos vivido y hecho, como gritas cuando te acaricio, te beso, tus miradas, tu pasión al hacerte mía, es mas que evidente que me amas.—Gritó desesperado. Aunque tratara de soltarse no lo lograba, le decía la verdad, pero no sabia si lo amaba como a lo que sentía por su esposo y eso era algo importante que debía dejar de confundir dejando a Daniel lejos de su corazón. —No sigas Daniel, yo amo a Esteban, es el padre de mi hija y no lo perderé por una aventura, mejor me voy. —Logro soltarse muy enojada mirándolo harta de sus constantes caricias. Salió de allí sin mirarlo, fue rápido a su auto, solo que no encontraba las llaves. Daniel la alcanzo y la giro abrazándola hacia él robándole un beso lleno de pasión, la chica dejo caer el bolso al suelo sin saber como reaccionar ante aquella pasión que desbordaba aquel besó. No podía con lo que sentía, la respiración se intensificaba al sentir sus labios, no pudo resistirse a abrazarlo acariciando su cabello desesperada por aquella pasión que le brindaba, esto era mas fuerte de lo que se imagino. Ya no sabía más que hacer, estaba rendida a sus caricias y no sabía cómo dejarlo para siempre. ::::: Joaquín y Pablo pasaban por aquel lugar, mientras hablaban de sus proyectos no pudieron evitar fijarse en los chicos que se besaban en cuanto se detuvieron en el semáforo. —¿Qué no es esa Carolina, la esposa de Esteban? —Joaquín comento en cuanto volteo a mirar a la pareja que estaba allí. —Claro que lo es. ¿Qué hace con ese tipejo? —Pablo pregunto muy sorprendido. —Parece que tiene una aventura. —Joaquín manifestó muy curioso. —Esto debe saberlo Esteban. —Pablo saco su celular para tomar una foto. —Es mejor que no lo hagas hermano, esto entre Carolina y él, no es conveniente que la delatemos. —Joaquín le quito el teléfono escondiéndolo. —No me importa, le diré todo para que abra los ojos con la locura que tiene por ella, una mujer que no lo valora. —Logro tener el teléfono de su hermano, pero se frustro al verlo bloqueado. — Te digo que no lo hagas, hablare con Alicia, ellas dos se llevan bien y tienen confianza y tal vez le diga lo que pasa. —Joaquín intentaba convencer a su hermano ya que sus esposas eran muy allegadas a Carolina. Pablo no se retracto de lo que dijo, se frustró demasiado al no poder tener una evidencia de la infidelidad de su cuñada, debía decirle a Esteban, aunque hubiera problemas. ::: Carolina finalmente dejo el beso para respirar jadeante intentando respirar alejándose de él. —¿Vamos a casa? — Daniel le susurro entre besos y caricias. —No, debo irme. — Como pudo lo alejo de ella. Aun así, en su cuerpo era evidente lo que realmente sentía. Levanto su bolso encontrando las llaves, Daniel continuaba acercándose tratando de tocarla y convencerla de estar juntos, cuando abrió la puerta del auto no soporto mas sus acosos. —¡Basta Daniel, entiende que soy una mujer casada! ¬—Grito muy enfurecida. —¡Él te engaño, no puedes dejarme así, quiero que seas solo mía! —Daniel le contesto muy encolerizado sosteniéndola de sus hombros para que no se fuera. —¡Por el bien de los dos déjame en paz! — Le dio una fuerte cachetada. Daniel ante eso la soltó, la chica subió a su auto aun ansiosa por aquel beso, respiro profundo encendiéndolo para irse a toda velocidad de ese lugar para dejarle claro que no quería nada mas con él. Esteban la llamaba en ese momento, limpio sus lagrimas y contestándole. —Hola amor. ¿Dónde estas? —Intento no sonar que estuviera llorando. —Mi Carol, estoy por llegar a casa. ¿Ya vienes? —Esteban manejaba a unas cuadras cerca de su hogar. —Si, espérame por favor, necesito hablarte. —Suspiro cerrando los ojos dejando que las lagrimas rodaran por sus mejillas. —Claro te espero, estoy ansioso por verte, te amo. —El chico sonó muy contento. —También te amo. —Colgó comenzando a llorar, pero estaba decidida a contarle todo sin importar que no le perdonara lo que le había causado. No se dio cuenta del semáforo en rojo y otro auto vino contra ella chocando fuertemente golpeándose la cabella hasta quedar inconsciente. Daniel la seguía en cuanto lo dejo, noto que iba a toda velocidad, mas de lo permitido, sabia bien que huía de él, pero no la alcanzaba, fue cuando presencio aquel accidente que sufrió. Fue a socorrerla, tenia una leve lesión en la cabeza, la cargo con cuidado llevándola a su auto directo al hospital. :::: El medico salió unos minutos después informándole que estaba estable, pero inconsciente. —¿Es usted esposo de señora Soler? —No, solo soy quien la auxilio. —Daniel dijo dolido. — Debemos contactar a su familia, alguien que firme sus documentos para su hospitalización, tiene lesiones que debe cuidar. En ese momento sonó el celular de Carolina, era Esteban llamándola, tuvo tanta rabia que borro el historial de la llamada y no le diría nada. === Alicia que estaba de turno fue a urgencias en cuanto supo de su cuñada, el medico la entero de todo, incluso del hombre que la trajo, Joaquín ya se lo había dicho, así que decidió llamar a Esteban, pero este ya la llamaba. —Hola cuñadito. —Contesto muy amable y sonriente que fuera él. —Hola Alicia. ¿Carolina esta contigo? Hace una hora me dijo que ya venia a casa. —Esteban estaba muy preocupado. —Precisamente te iba a llamar ahora, esta aquí en el hospital, sufrió un accidente en su auto. —¿Qué? ¿Se accidento? Debe ser por mi culpa, la llame mientras llamaba. Dime que esta bien por favor. —Esta inconsciente, pero estable, debes venir ahora. —Alicia necesitaba que ese sujeto se fuera. —Salgo ya mismo para allá. —Claro Esteban, aquí te espera. Cuando la chica regreso vio aquel hombre al lado de Carolina besando sus labios, esta tosió interrumpiendo aquellas caricias. —¿Es pariente de la señora Soler? —Alicia recalco lo ultimo. —No, entréguele esto en cuanto despierte. —Daniel le entrego sus pertenencias. —Claro, su esposo llegara pronto y se lo daré. —Le afirmo esto con una mirada muy seria. Daniel no dijo nada marchándose, Alicia reviso el celular de Carolina viendo cada mensaje de ese hombre, tenia el apodo de «Misterioso» mensajes románticos que le mandaba y que por prevención Esteban no debía saber, así que los borro llamando a Joaquín para confirmarle lo que sabia. ::: ::: Mientras Esteban iba para el hospital recibió una llamada de Pablo, era extraño que lo hiciera después que no quiso participar de sus proyectos por su tontería de jugar al representante de la loca Amanda Esquivel. —Mira nada mas quien me llama, el gruñón de mis hermanos. —Contesto en tono burlón. —No estoy de humor Esteban. —¿Ahora que tienes? —Te lo diré sin anestesia, tu esposa te ve la cara con otro. —¿Qué? —Detuvo el auto de golpe comenzando a reírse.— Que mala broma me estas jugando Pablo, se que te molestaste con lo que paso, pero no era para llegar a esto. —No bromeo Esteban, esto es serio, vigila a tu esposa y lo descubrirás. Pablo le colgó, era la segunda vez que alguien le mencionaba eso, no podía ser posible que lo engañara, pero un mensaje llego diciendo lo mismo, pensaba que era una maldita broma de mal gusto. Llego al hospital encontrando a Alicia, le dijo los cuidados que debía tener Carolina, fue a verla, tenia un golpe en la frente, tomo su mano pensando en lo que le habían dicho en aquella llamada y ese mensaje. No podía ser cierto ella lo amaba. Beso sus labios. Carolina Sintió unos labios cálidos despertándola, vio que era Daniel que estaba allí, su respiración se acelero, se asusto y al tiempo dolía su cabeza. —Vete, vete. — Carolina hablo adolorida. Trataba que la soltara, no quería verlo allí. —Mi amor cálmate, cálmate mi Carol. —Esteban le hablo muy tranquilo. —No quiero verte, aléjate. —Carolina estaba muy desesperada. —Mi Carol. —Beso su mano. Carolina al escuchar que la llamaba con el apodo que le había puesto se dio cuenta que era su esposo. —¿Esteban? —Su mente otra vez jugaba una mala pasada al confundirlo con Daniel. —Si, estas en el hospital, tuviste un accidente en tu auto, Alicia me informo y no dude en venir rápido. —El chico le beso muy tierno su mano dándole fortaleza. —Esteban, debo decirte algo fundamental, yo... te engañe. Finalmente, en medio de su alucinación por los medicamentos y confusa le revelo aquella verdad para después quedarse dormida por la anestesia que minutos antes le habían puesto. Esteta se preguntaba. ¿A que se refería con que lo engaño? ¿Era verdad lo que le habían contado Pablo y Amanda? No podía evitar sentirse nervioso si aquello era real, ella no podría haber hecho tal cosa. Era su mundo entero como ella lo era de él. Supuso que todo era producto de su estado que no sabia que decía y estaba alucinando, tomo el celular de Carolina revisando cada uno de sus contactos para buscar algún indicio, no quiso hacerlo, pero tampoco quería tener dudas. No tenia mas que sus llamadas y mensajes, sus contactos de sus pacientes mas frecuentes, y los números de sus padres. Pensaba que se trataba de un vil engaño de Amanda porqué no le hacía caso y ahora jugaba con sus sentimientos hacia Carolina para atraparlo. ::: Daniel llego a su casa sirviéndose una copa de vino, fue a su cama notando que allí estaba Amanda usando un diminuto body sensual y en una pose muy sensual esperando a que se acercará deseoso de tocarla como en los viejos tiempos. —¿Qué haces aquí? —Dijo enojado al verla recostada bebiendo una copa. —Quise verte para recordar viejos tiempos Danny. —Se acerco besándolo intentando tocar su entrepierna. —Lárgate, no quiero verte. —Se alejo de ella dándole la espalda. —¿Acaso te peleaste con tu amante? —Se sentó en la cama sin dejar de mirar el mal semblante que tenia. Algo que no era común en él. —Claro que no, solo me pidió que no nos viéramos mas y que no dejaría a Esteban. —Empuño una de manos muy frustrado. —¿Eso te molesta? Sabes bien que no has hecho las cosas a mi manera. —Dijo fastidiada cruzando sus brazos. —Claro, me molesta demasiado que este con el. —Presiono su copa. —Veo que te enamoraste de ella. —Se burlo. —Piensa lo que quieras y por favor ya lárgate. —Le señalo la entrada con una mirada muy seria. —Solo dime que no le dirá nada a Esteban. —Salto en la cama como una niña chiquita suplicante. —Solo que no lo dejara es todo. ¡ya no estoy dispuesto a seguir tu maldito plan obsesivo! —Se acerco a la cama muy enfadado tomándole el brazo para que no hiciera sus estúpidas niñerías. Amanda tomo sus cosas vistiéndose rápidamente, se sintió algo temerosa ante aquel ultimo gesto del chico. —¿La viste hoy después de mucho tiempo? —Amanda hablo antes de salir del lugar. —Si, pero sufrió un accidente y esta en el hospital, seguro ya debe estar con Esteban. —Daniel se recostó en la cama bebiendo la copa sin prestarle mas atención. Amanda abrió la puerta saliendo inmediatamente, esto a Daniel no le importaba, era lo mejor para los dos, no quería causar mas sufrimientos a Carolina por culpa de su cómplice. —Maldita infeliz, por eso te apodamos la Devora hombres, destruyes todo a tu paso, pero no dejare que le hagas lo mismo que a tu padre. Ya desde que había estado con Carolina no deseaba más que estar con ella y no sabía que era aquel dolor que le provocaba su rechazo.
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