Una hermosa joven de cabellos pintados color rosa caminaba por las calles de la ciudad a su casa, su celular sonó dándose cuenta que era su esposo Manuel que la llamaba.
—Hola mi amor. ¿Ya vienes a casa? voy a prepararte tu platillo favorito. —Oriana sonrió emocionada apreciando las bolsas con los alimentos.
—Parece que no podré llegar a tiempo cariño, tendré una cirugía de emergencia. —Manuel sonaba nervioso, pero fingió muy bien.
—¡Manuel, es nuestro único día libre de la semana, nunca habíamos fallado desde que vivimos juntos! —Suspiro frustrada.
—No te enojes mi amor, lo recuperaremos el fin de semana próximo, sabes que me gusta tu sazón más que nada. —Intento calmarla.
—Solo porque me halagas te perdonare esta vez, te amo. —Sonrió enviándole un beso.
Oriana suspiro algo triste a
