Daniel regresó a la habitación despertando a Carolina con un beso que la sorprendió al notar que le trajo una charola con el desayuno.
—Buenos días mi reina. —Besó su frente.
—Buenos días Daniel. —Dijo Carolina fingiendo bostezar y que recién despertaba en la cama de su habitación. Daniel no le hizo preguntas sobre la salida de su habitación.
—¿Dormiste bien? —Acarició su mejilla.
—Sí, solo me duele la cabeza después de la borrachera de anoche. —Frotó su cabeza llena de dolor.
—Créeme que me sentí bien contigo anoche, no solo por lo que paso después, más que todo porque pude desahogarme de lo que sentía por dentro y no le había dicho a nadie. —Era cierto que después de eso había cambiado su cara de tristeza.
—Me alegra verte más animado. —Carolina habló muy contenta.
—Todo es gracia
