La fiesta está cerca del lugar del concierto, logramos entrar con facilidad porque Will le había dado nuestros nombres al guardia de seguridad. Hay mucho ruido, algunos lugares donde sentarse en la parte de arriba, un bar y una pista de baile. He estado una o dos veces hace años en una discoteca y no fue mi lugar favorito, pero trataría de al menos tolerarlo. Fuimos al bar a esperar a los chicos y yo aproveché a revisar mi teléfono otra vez que no tenía ninguna llamada de Sebastián, por una parte me tranquiliza porque no estoy segura de cómo reaccionaría al saber que estoy en un lugar así, no quería que se preocupara por mí porque enojado no creo que estaría. –¿Qué hacen unas bellezas tan solas? –se acercaron unos chicos a nosotros. –Largo que nos bloquean la vista –escupió Kat. –Que ru

