SEBAK
— Ok, si señor Harris muchas gracias por confiar en mi no se arrepentirá.— le respondo a mi entrevistador pues después de la entrevista me volvieron a llamar para informarme que estaré a prueba para luego firmar un contrato con el club deportivo.
— Bueno señor Lombart, eso espero.— me contesta ahora mi nuevo jefe el gerente del club; este es un trabajo muy bueno y por el momento me ayudara a pasar desapercibido, no quiero llamar la atención y que mi familia me encuentre.
Hoy es mi primer día y mi trabajo consiste en apoyar a los deportistas y dar terapia para ayudar a los deportistas del club.
Mi horario es de tarde pues en las mañanas estudiaré.
El Club es muy elegante y prestigioso, los deportistas son de gran índole aunque hay algunos aprendices, es mi primer día y estaré apoyando a los chicos en un juego de fútbol.
El día es genial, desde luego practicamos algunos movimientos para evitar calambres y aunque lo evitamos un chico salió lesionado pero pude atenderlo.
Ya ha pasado una semana y el jefe de área me informa que mañana será importante pues entrenan las chicas de la liga de baloncesto que debo estar muy atento.
Es de noche y me llama mi amigo Olí.
— Que tal Sebak, como te va en el Club ya tienes ligues. — me pregunta mi amigo y aunque se que no me ve hago movimientos con mi cabeza. — No, está semana solo han ido chicos.— le contesto, pero Olí me explica porque.
— Tranquilo hermano es que algunos están de vacaciones, pero ya inician las clases y también los entrenamientos.—
Es miércoles y estoy en la cancha, veo que hoy será entrenamiento de chicas y son todas muy guapas y atléticas; pero en realidad ninguna logra llamar mi atención; el entrenador inicia el calentamiento con ejercicios y yo estoy observando, escucho como este nombra a una y la llama pero no ha llegado aun o eso entendí de parte de otra de las chicas; este enloquece citando su nombre.
— Macaaaaa.... — este hombre maldice algo bajo y vuelve a gritar ...
— Gallegooo. — Grita fuerte veo venir una chiquilla algo engreída, por la forma en que camina y se hace presente.
— Aquí estoy coach.— la veo caminar de manera segura y con una gran sonrisa, las chicas voltean a verla y noto como está chica se le dibuja una gran sonrisa.
— Bueno chicas, a dar todo; ESTAMOS. — Grita y ahí todas le contestan ...
— ¡Estamos.!—
El partido inicia y veo que está chica es la capitana de órdenes y las demás obedecen; el Entrenador las divide y en un momento inesperado la segunda base hace un movimiento algo fuera de lo normal y cae derrepente al suelo.
Corro rápidamente a ella y cuando llegó a la chica lesionada me doy cuenta que está chica la tal Maca está ya; llegó a ella y le soba su pierna para que se relaje pero le hace más daño; sin mucha cautela la regaño fuerte, más bien en forma de grito.
— SUELTALA, no vez que la lastimas más Bruta.— le gritó y está me queda viendo se detiene y me ve fijo.
Se detiene abruptamente, se levanta y solo me ve, aunque todas las chicas la abuchean.
— Silencio.— grita con autoridad y todas callan. — Dejemos trabajar al doctorcito; o quien que me regañe nuevamente.— cuando ella dice eso la veo y puedo ver sus iris... Que originalmente eran grises con destellos verdes y azules ahora se han oscurecido; creo se ha enojado pero no me dejó amedrentar, pues estoy acostumbrado a vivir con personas horribles.
No contesto, pues en realidad no se quién sea está chica, y puedo lograr que me echen en mi primera semana.
Escucho como el entrenador baja los ánimos y le pide a la chica seguir con el entrenamiento; yo junto al entrenador llevo a la chica al consultorio.
Dos horas después estoy concentrado pasando informes; la chica está recostada, ya le hice terapia y está mucho mejor aunque deberá tomar alguna terapia pues se le formó un esguince.
— Maca ... — escucho como la chica lesionada cita el nombre de la chica.
Levanto mi cabeza y la veo pasar, me ve fijo con ojos de odio aún y pasa sin decir una palabra; cosa que me molesta, aquí el profesional soy yo y es mi espacio.
— Buenos días; se dice y también se pide permiso señorita... — dejo abierto mi comentario para que ella me responda.
Pero quedó con mi boca abierta cuando pasa por toda mi consultorio y no dice nada, solo me ve y camina con propiedad.
— ¿Marci, como estás.? ¿Te duele mucho.?— escucho como está chica le pregunta y mi paciente le responde de forma humilde.
— Lo siento Maca, no podré jugar en 15 días. — ¿Que? Pero como Marci; el juego es el sábado es importante.— le dice está prácticamente reclamandome yo decido intervenir...
—¿ Ya la oíste niña; que quieres que se disloque su tobillo. ?— le digo autoritario y caminando hacia ellas.
— Obvio no, idiota; solo me exprese en voz alta.— me dice y está enana prehistórica se para en mi frente de forma recta y alza su cabeza con altanería.
Es una chiquilla, odiosa y engreída, petulante y odiosa. No sé que contestarle pero ya me molesta, la única forma de molestarla que se me ocurre es echarla de mi consultorio.
— Largo de mi consultorio niña, no eres bienvenida, la única forma de volver a entrar es con un esguince o alguna lección niñita odiosa. — le contesto y ella me ve fijo, se sonríe de forma ladina hace una mirada algo coqueta, o sale por la puerta y camina de manera altanera.
— Ok doctorcito, me voy.— dice y sale ..
Han pasado tres días y mi jefe me acaba de informar que debo acompañar al grupo de chicas del chub de basquetbol pues este partido es importante y pasarán a la siguiente clasificación.
Es en otra ciudad, el auto bus nos espera y llevo los equipos; veo que están la mayoría de las chicas y voy con mi asistente, es otro chico estudiante también pero el aún no se gradúa; me doy cuenta que la odiosa, no está el autobús arranca y partimos hacia palo alto.
Llegamos es otro club deportivo y es más lindo que el anterior las chicas están calentando y despido salir a parking a fumar un cigarrillo cuando veo llegar una hermosa Ducati Miultistrava V4S negra, su chófer todo de n***o con pantalón ceñido y chaqueta de cuero sexy con su característico casco n***o.
Se baja de manera sexy y se quita el casco dejando ver a la chiquilla odiosa; me ve fijo sonríe y sigue al Club deportivo.
Me quedo con la boca abierta, jamás imaginé que la chiquilla odiosa manejara una moto de esta índole y lo peor es su aura de poder y soberbia prácticamente parece una Diosa.
“Ohhh salve Maca..” pienso. Es una tonta.
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