"Se preguntarán si sentí remordimiento en algún momento por Magnus, pues, mi respuesta es: NO. Aunque me vi cegada por la rabia, injusticia y frustración acumulada; no me arrepiento, hasta lo disfruté. Alguien debía ponerlo en su sitio y bajarlo de su pedestal donde se creía un dios intocable, por el solo hecho de haber nacido en el seno de una familia influyente. Aunque me demandaran o me llevaran a prisión, lo habría hecho con la satisfacción de que le di lo que merecía." . —John, ¿te das cuenta de que esa chica si es problemática? —Recrimina Roberto. —Solo se hizo respetar, papá... —¡Iba a matar a ese muchacho! —¿Está bien que un hombre se propase con una mujer? Por fortuna ella sabe defenderse, y mejor que yo... —Bueno, no... pero fue exagerado. Y tú saliste lesionado por met