-¿El dueño? ¡Ja!¡Sí! Semir es un imbécil, arrogante y presumido, ¡Y ojalá le digan lo furiosa que me puso su maldito regalo!- me quejé caminando hacia la motocicleta, en verdad estaba molesta porque mi amigo me mandaba a bajar la voz. Aslan me miró divertido sobre la acera. -No sabía que las mujeres describen así a los sujetos que les daban regalos. Lo tendré en cuenta para futuras referencias- lo miré con odio. No estaba en momento para sus malos chistes- ¿Si estás viendo lo dramática que actúas? Pareces una niña de kinder, Acid, mierda. -Ahora no, As- supliqué subiendo a la motocicleta- Es que ¿Quién le dijo a él que yo quiero favores suyos?¿Es que no ves que ahora yo le debo algo por el simple hecho de que él me dio una caja de estúpidos dulces? Es una maldita idiotez, es un engreíd

