Recibí un mensaje de texto de un número que no tenía registrado, me di cuenta en la mañana al despertar mientras me despedía de una despeinada Natty con un violento beso en la puerta de la habitación bajo la mirada reprobatoria de Aslan. -En serio que no entiendo qué ganas de dormir con alguien diferente cada noche- aseguró y me reí. -¿En serio tú estás preguntando eso?- dije sorprendida- Amigo, tú sabes bien cuánto gano- me reí lanzándome de nuevo a mis revueltas sábanas que olían a sexo. Mucho sexo. Él llegó pasadas las tres de la mañana y no nos importó mucho su presencia. Quizás su mal humor se debía a sus pocas horas de sueño- ¿Dónde estabas anoche, de todas formas? -Con Semir- dijo con simpleza y arqueé una ceja. -Son muy buenos amigos ahora- me burlé y sacó el dedo del medio. -

