-¡Candace! ¡Qué sorpresa verte!
-Tenía que conocer a la nueva novia de mi hermanito querido –guiñó
-Oh, Candace, ni lo menciones –me hacía recordar los sentimientos que quería olvidar.
-¿Qué ocurre? ¿Por qué te pones así? –su voz sonaba alarmante
-Es parte del teatro –suspiré, me tenía que convencer de eso de una vez.
-Eso lo sé, por eso mi tono irónico –agregó para quitar peso a sus palabras. Suspire y agache la mirada.
-Oh, lo siento Sarahí, no pensé que…
-Descuida, estoy bien.
-Desearía que todo esto pudiera ser real –su desánimo no mejoraba el ambiente en la casa
-También yo.
No pude evitar que las lágrimas rodaran sobre mis mejillas, y pronto sentí los brazos de aquella joven rodeando mis hombros.
-Todo esto se ha complicado. Quisiera que todo esto no fuera parte de un plan
