-Sarahí, ¿estás bien? ¿Qué ocurre? –era una voz familiar que en mucho tiempo no había oído -¿Qué haces aquí? –dije molesta -Sólo pasaba por aquí. ¿Sucede algo? -Muchas cosas en realidad, pero nada que debas saber –agaché la mirada –¿Dónde has estado? -Ocupado en mis asuntos. -Creí que hablarías con ella después de nuestra conversación. -No pude hacerlo, no es fácil, no después de mentirle de ese modo –estaba arrepentido y se notaba que no la pasaba nada bien –¿Cómo estás? Supe lo tu padre. Lo siento, todo fue por culpa mía. -Tuve yo también algo de culpa, pero ese señor no debe acabar con la vida de las personas solo porque él lo quiere así. Es un… un… monstruo, un terrible, abominable y odioso monstruo. ¡Cómo se atreve a amenazarme!, ¿enserio cree que puede hacerle daño a Angie, Al

