【 CAPITULÓ DOS 】
UNA INTERRUPCIÓN PARA ADVERTIR
━━EDA KING ESTABA tranquila, si, tranquila. Estaba sentada en una cabina en The Castle, relajándose con un whisky y un libro que se moría por leer.
Era aquí cuando Eda trataba de aprovechar al máximo su tarde, eso hasta que se le acercó uno de los hombres más nuevos de su padre.
─Discúlpeme, señorita King─ Comenzó nerviosamente.
Eda suspiró y se giró dramáticamente para mirar al pobre chico nuevo ─Qué─ Dijo con cansancio.
Por mucho que quisiera romperle, el pobre chico no merecía ser víctima de la ira de Eda, ya que simplemente estaba siguiendo órdenes.
─Su padre me envió, señorita. Ha oído rumores de que los Peaky Blinders intentan arreglar una carrera, con un caballo llamado Monaghan Boy. Quiere que lo compruebe─ Terminó el joven, mirándose los pies.
Eda gimió internamente ante otra tarea de su padre. Acababa de limpiarse el resto de la sangre de sus víctimas matutinas de su cuerpo unas horas antes, realmente no tenía ganas de desperdiciar otro vestido.
─¿Con quién se supone que debo estar hablando?─ Preguntó Eda.
─Thomas Shelby, señorita─ Tragó saliva, esperando la reacción de Eda.
Eda sabía que los Peaky Blinders eran una manada de idiotas, pero no se había dado cuenta de que su líder era tan idiota.
Todo el mundo sabe que los Kings tienen ojos y oídos en todo Small Heath.
Parece que todos excepto Thomas Shelby. No importa cuánto lo intentara, nada podía ocultarse por mucho tiempo a la familia King.
¿Por qué intentaría cruzarse con la familia más poderosa de Birmingham?
─Mierda─ Quejó.
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Thomas Shelby estaba exhausto, eso quedó claro cuando entró pavoneándose en la casa de apuestas de su familia.
Rápidamente, su hermano menor, John, lo llamó a la pizarra.
Thomas examinó rápidamente el tablero, complacido al ver veinte apuestas para su caballo, Monaghan Boy.
─¡Tommy! ¡Ven aquí!─ Arthur su hermano mayor, gritó desde su oficina en la casa de apuestas.
John le sonrió a Thomas, mientras se dirigía a la oficina de Arthur, molesto por los gritos innecesarios de su hermano.
Arthur estaba sentado en su escritorio, mirando a Thomas cuando entró en la oficina, apoyado contra la puerta cerrada.
─Te vieron haciendo el truco de la pólvora en Garrison Court─ Arturo comenzó.
Los ojos azules de Tommy nunca se apartaron de su hermano cuando dijo ─Los tiempos son difíciles. La gente necesita una razón para hacer una apuesta─
Arthur se encontraba cada vez más enojado por la actitud tonta e indiferente de su hermano. Aunque era el mayor, Thomas nunca escuchaba a Arthur y todos podían ver que Thomas era el verdadero jefe. Frustraba a Arthur, y odiaba que su hermano no escuchara.
─Había un chino. Las lavanderas dicen que es una bruja. Les ayuda a creer─ Dijo Thomas.
─No nos metemos con los chinos...─ Dijo Arthur desesperadamente.
─Mira el tablero...─ Dijo Thomas, señalando hacia la sala de apuestas llena ─Los chinos tienen sus propios cortadores─
Arthur espetó ─Sabes muy bien que los chinos trabajan para los Kings. Sabes que los Kings son los dueños de las carreras, ¿por qué joderías con ellos, Thomas?─
Thomas estaba harto de los Kings. Cada vez que intentaba impulsar el negocio, la maldita familia King siempre se interponía en el camino. Thomas estaba decidido a hacer que su familia ascendiera en el mundo, y los King estaban demostrando ser un obstáculo bastante grande para legitimar el negocio de Shelby.
─Estuvimos de acuerdo. Me estoy encargando de conseguir dinero nuevo─ Dijo Thomas, encendiendo un cigarrillo.
─¿Cuándo acordamos eso?─ Preguntó Arturo.
Thomas lanzó una mirada mordaz a la botella de ron abierta que estaba sobre el escritorio de Arthur, mientras Arthur se estremecía cuando notó lo que Thomas estaba mirando.
─¿Qué pasa si Monaghan Boy gana?─ Preguntó Arthur.
Thomas no respondió y siguió mirando a Arthur con una expresión fría en su hermoso rostro.
Arthur lo miraba incrédulo ─¿Estás arreglando carreras ahora, Thomas? ¿Tienes permiso del maldito James King para arreglar carreras?─
Thomas continuó sin responder, pero su expresión se endureció mientras Arthur continuaba con su diatriba.
─¿Qué te pasa, Thomas? Crees que podemos enfrentarnos a los chinos y a la maldita familia King. James King tiene un ejército...─
─Creo Arthur que eso es lo que hago. Creo que es para que no tengas que hacerlo tú─ Thomas se dio la vuelta y salió de nuevo a la casa de apuestas dejando a Arthur llamando detrás de él, avisándole de una reunión familiar más tarde esa noche.
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Ala mañana siguiente, Eda King caminaba por las calles manchadas de mierda de Small Heath hacia el Garrison Pub.
Arrugó la nariz ante el olor de la barra sucia que abrumó sus sentidos en el momento en que cruzó la puerta.
Cuando Eda se acercó a la barra, la habitación se quedó en un silencio absoluto, lo que provocó que Eda sonriera ante toda la atención puesta en ella.
Todos en el pub sabían quién era Eda King, y varias personas incluso se levantaron y se fueron para evitar quedarse atrapadas en la misma habitación que ella.
La gente de Small Heath estaba fascinada con Eda, especialmente cierta camarera irlandesa, que iba a causar muchos problemas en un futuro próximo.
Eda se sentó con gracia en el bar y agitó la mano para indicar a los clientes de Garrison que siguieran con sus asuntos y la dejaran en paz. Grace miró a Eda desde el otro extremo de la barra.
A pesar de que la familia Shelby era su objetivo principal, seguramente la Corona la premiaría por derrotar a las dos notorias bandas de Birmingham.
─¿Qué puedo traerte?─ Grace le preguntó suavemente a Eda.
Eda arqueó una ceja ante la mujer irlandesa, preguntándose en qué se equivocó en la vida para terminar en un lugar como este.
─Whisky─ Eda simplemente dijo.
Harry, el otro hombre del bar, observó con ansiedad cómo Grace interactuaba con Eda.
Grace era nueva, y Harry estaba lo suficientemente nervioso por cómo actuaría ella con los Shelby, ahora tenía dos familias poderosas de las que preocuparse por complacer.
Grace sirvió la bebida de Eda y la colocó frente a ella.
Eda levantó su vaso hacia la camarera y rápidamente bebió el whisky antes de golpear el vaso contra la barra.
─Salud─ Dijo sarcásticamente antes de levantarse del taburete del bar ─¿Están en la parte de atrás, Harry?─ Le preguntó Eda al hombre del bar.
─Sí, señorita─ Asintió Harry ─¿Quiere que los traiga?─
─No gracias Harry. Me encantaría hacer una entrada─ Eda sonrió.
Eda agarró su revólver atado a su muslo y disparó tres tiros a la puerta que conducía al cómodo lugar donde residían los hermanos Shelby.
Harry empujó a Grace debajo de la barra, sabiendo que si Eda estaba aquí, habría un gran problema.
Los chicos de Shelby atravesaron la puerta del acogedor, sin esperar ver a Eda King al otro lado, con el arma en alto y los ojos fríos.
─Hola chicos─ Dijo Eda con una
sonrisa ─¿Extrañándome?─
John puso los ojos en blanco ante su amiga ─Tan dramática Eda, ¿por qué no pudiste llamarnos como una persona normal?─
Los ojos de Thomas se agrandaron ante la indiferencia de John hacia Eda.
La mujer había hecho tres agujeros en la puerta y, en lugar de disparar, John estaba conversando.
Eda ignoró a John cuando sus ojos marrones se concentraron en Thomas y levantó una
ceja ─Creo que tenemos que tener una charla, Sr. Shelby. Mi padre no está muy contento con usted─
Thomas recuperó la compostura mientras mantenía su propia pistola apuntando a la mujer frente a él.
─Los Peaky Blinders no hacen negocios con los Kings, ¿qué razón podría tener tu padre para estar molesto?─ Dijo con una sonrisa burlona.
Eda tuvo que contener una burla. ¿De verdad pensaba que ella era una idiota?
─Tendría cuidado si fuera usted, Sr. Shelby. Ya debería saber que no juego bien─ Eda se rió entre dientes con una sonrisa peligrosa, mientras bajaba su arma.
Thomas no pudo evitar mirar a Eda.
Claro que ella era molesta, cruel y una espina eterna en su costado, pero era hermosa; y él era un hombre después de todo.
Se relajó mientras le indicaba a su hermano que guardaran sus armas, sin apartar los ojos de Eda.
Eda puso los ojos en blanco internamente al notar la mirada de Thomas en su figura, pero fingió no darse cuenta por el momento.
─Mi padre se pondrá en contacto, Sr. Shelby─ Dijo Eda antes de girarse elegantemente y salir del bar, lanzando una mirada duradera a Thomas antes de que la puerta se cerrara de golpe detrás de ella.
Los chicos Shelby regresaron arrastrando los pies al cómodo después de gritarles a todos los que aún estaban en el pub que se fueran a casa.
Arthur le dio una palmada en el brazo a Thomas ─Te dije que los Kings se involucrarían. Es peligroso Tommy, con Eda nunca ganarás, no contra ella─
John puso los ojos en blanco ─Eda es simplemente dramática, en realidad nunca nos lastimaría─
Los ojos de Arthur se salieron de sus órbitas ─¡La viste ayer, John! La maldita psicópata estaba cubierta de sangre de pies a cabeza. ¡No nos tienen miedo!─
─Eda es mi mejor amiga. Además de ustedes dos, ella es la única en quien confiaría mi vida─ John declaró.
Thomas levantó la vista por primera vez desde que volvió a entrar en el cómodo ─Tenemos que mostrarles a los Kings que no les tenemos miedo. Shelby Company se está legitimando, y acabar con los Kings es el primer paso─
Arthur sintió que iba a tener un derrame cerebral ─Sacar a los Kings, Thomas, ¿estás loco?─
John simplemente puso los ojos en blanco a sus hermanos mientras se giraba para salir del lugar, antes de gritar por encima del hombro ─Dios mío, Tommy, solo di que te sientes atraído por ella. Déjate excitar por una mujer que señala una pistola en tu cabeza─