El reencuentro

2044 Words
Veo el reloj del carro y me percato que como de costumbre, llegamos tarde. Al entrar a ese majestuoso hotel, donde tendrá lugar la gran fiesta del after party, me percato de que aún en pasando por recepción, se escucha la bulla y la fuerte música, tanto así que mi corazón se estremece con cada bajo. Fuimos directo a la zona VIP, ya que, hay dos zonas, la normal donde encontrarás a los nuevos o menos cotizados artistas, y la VIP, por la que se paga una gran exageración de dinero por tener el privilegio de conocer a los mejores del momento. —Dios esto está increíble, ¡qué nervios! —dice Lucy dando pequeños saltos de la emoción. —¿Nervios?, nervios tengo yo, necesito algo de tomar urgente, entra tú, yo te busco adentro, voy a pedir algo de deber —dice dándole la espalda a la pelirroja e intentar márchate de ese lugar, sus pies están casi paralizados, no es ella, son sus piernas que no reaccionan, no le permiten dar un paso adelante. —¿Para dónde señorita? —la detiene agarrándola por sus brazos, haciéndola ir de vuelta al lugar —si, como no, y después saldrás corriendo, ni lo sueñes, vienes conmigo y adentro te tomas la barra entera si quieres, pero adentro, ¡y conmigo! —¡Dios! —exclamé sintiendo cómo los nervios comienzan a crecer en mi panza. Al llegar a la entra nos detiene un muy lindo guardia de seguridad. —¡Muy buenas noches señoritas! ¿me permiten sus entradas? —Buenas noches, si, aquí tienes nuestras entradas —le dice Lusi estirando su brazo y picándole un ojo al guapo portero. —Muchas gracias señoritas… Bien, todo está en orden, solo una cosa, aquí hay reglas, #1 no teléfonos, o cualquier artefacto parecido, todas sus cosas quedan guardadas en un locker incluyendo sus ropas, y con este sellito podrán comprar las bebidas, después se les cargará a sus cuentas correspondientes. —¿La ropa? ¿Perdón? —exclamé viendo de muy mala gana al lindo guardia, o portero como dice Lucy. —¡Si!, solo pueden entrar con traje de baño, lo siento, si no trajeron pueden pasar a la tienda del primer piso y comprar uno, o de otra manera no podrán entrar. —Yo pagué 40 mil $ para entrar aquí, ¡y usted me está diciendo que por un simple traje de baño no puedo entrar!, ¡usted debe estar loco!¿Cierto? —refunfuñé tal vez siendo algo infantil, pero, no lo puedo evitar. —Mía, ¿cuál es el problema del traje de baño?, ya lo tenemos puesto. —No es que tenga algún problema, simplemente es que no sé porqué son tan estúpidas esas reglas. —¡De que hablas!, vamos, además ya yo te había dicho —insiste la pelirroja quién muere de ganas por entrar a esa fiesta. En ese momento va pasando el famoso y guapísimo Dani, con una gran sonrisa ya que es el centro de atención de todas las al chicas que parecían estar completamente locas por este, la casi rubia se percata de la presencia de este, y después de verlo como boba por varios segundo, reacciona a la furia que aún tiene con el portero. —¡Dios mira ese es Dani!, ve, nosotras dos somos primas de él, yo no soy ninguna cualquiera que tiene que estar en traje de baño para poder entrar ¡Daniel —grita Mía para llamar la atención de este, dentro de su enojo no había tenido tiempo de detallarlo o siquiera analizar a profundidad de que era Daniel. Dani se acerca al escuchar el llamado y percatarse que dos chicas más que hermosas estarían en problemas para entrar —¿Qué crees primito? ¡no nos dejan entrar! —¡Cómo así! —pronuncia el famoso mientras penetra su mirada en los ojos de Mía, esos ojos que únicamente podía tener ella. —¡Hola primo mío! —habla la pelirroja, aún estando estresada por las estupideces de su tata. —Hola brother —habla el famoso dirigiéndose al portero mientras le da unas en la espalda —que hay ¿qué pasó?, ellas vienen conmigo, ¡yo no puedo creer que no las dejen entrar!, ¿qué pasó hermano?, ¿no trajeron sus entradas?, pero no las necesitan, ellas vienen conmigo, así que, ¡permiso! —cuestiona este al portero sin siquiera darle tiempo de responder algo. —¡No, es que es lo peor! que si pagamos las entradas, pero si no hay desnudos no podremos entrar —continúa la terca chica con el mismo tema. —Discúlpenme, ¡pero yo no soy quien pone las reglas! por lo tanto, yo no las puedo romper, solo se entra en traje de baño señoritas —serio y cortante dio a destacar su voz el portero. —Bueno ya, ¡yaa! Vamos a cambiarnos, se ve que aquí las personas no saben apreciar la hermosura de Arturo collections —pronuncia la pelirroja que no perdió oportunidad para dar a relucir la palabra Arjona. —Lo siento chicas, las reglas son las reglas, aquí las espero para que no se me pierdan —dice Daniel sin dejar de observar a Mía, lo cual hace que ella se sonroja, y él al percatarse sonríe maliciosamente mordiendo su labio inferior sin quitar su mirada de ella. ¿Por qué me vio de esa manera?, es el, es Daniel. Corrimos a cambiar nuestras ropas y a guardar nuestras cosas en los lockers, pero ahora, justo ahora, más que nunca, los nervios están en mi. —Dios tata, yo no sé si pueda. —¿Observaste como te veía? —exclamó abriendo aún más sus ojos la pelirroja —te quería comer solo con la mirada. —¿Tú crees que me haya reconocido? —¿Te quieres quedar con la duda? —¿Por qué tuviste que mencionar la palabra Arturo?, ¿lo hiciste a propósito? Lucy, ¡lo prometiste y es lo primero que haces! —¿De qué hablas?, quizás ni de ti se acuerda, has cambiado mucho, ya vámonos, muero por ver a Fabio, y no te sonrojes tanto o se dará cuenta de que mueres por él, acuérdate lo que dijo Nani, pero una duda, ¿cómo pudiste actuar tan normal?, no sé cuál será mi reacción cuando vea a Fabio. —En realidad ni me di cuenta, me fastidió mucho el portero ese. —No entiendo de qué te quejas, si yo tuviera ese cuerpo estuviera en traje de baño todo el tiempo. —No es eso, no me molesta el traje de baño, yo no tengo problema con eso, ese no es mi punto, sino la estupidez que él dijo, pero bueno, ¿lista?, nos están esperando, y solo recuerda, nada de alborotos. —Yo creo que vas a ser la sensación esta noche. —Vamos a ser la sensación esta noche, como todas las noches —le dice mientras da pequeños pellizcos en las mejillas de Lucy. Dani no podía desaprovechar 2 chicas lindas y jovencitas, y ahí quedó esperándolas. Por otro lado no dejó de analizar la posibilidad de que fuera esa muchacha, esos ojos no dejaban de darle vuelta en su mente, tampoco la palabra Arjona que había mencionado la pelirroja, sólo pensaba en lo hermosa y atractiva que era la casi rubia, se parecía demasiado a esa muchacha que salió corriendo una vez, pero era diferente, estaba confundido, quizás Fabio se acuerde de ella más que él. Las dos chicas salen y van directo hacia el portero una vez más, pero esta vez Dani también las espera. —Tanto problema con los trajes de baños, si tienen unos excelentes cuerpos señoritas, con todo respeto —pronuncia el portero haciéndolas pasar adelante. Mía lo ignoró por completo, solo quedó mirando a Dani, lo estaba detallando como nunca antes, sus piernas temblaban, y sí, las mariposas en el estómago si existen, no era solo novelas de amor, era realidad, nunca lo había visto así, una camisa negra ajustada a su cuerpo, unos brazos fuertes y espalda perfectamente marcada, esos ojos azules acompañados de una fuerte e imponente mirada, mirada que clavaba ella sin disimulo alguno, tanto, que ella es incapaz de sostenerle esa mirada y disimula viendo a cualquier otro lugar. Al acercarse aún más a él, pudo percibir su delicioso y exquisito y varonil perfume, él les ofreció un brazo a cada una, y de esta manera fueron guiadas por él hacia la majestuosa fiesta. —Ahora sí empezó la fiesta, vengan conmigo primas mías, y díganme, ¿qué les ofrezco de tomar? —Yo quiero tomarme un Fabio con tequila, bien pero bien fuerte —habla la pelirroja arrugando su rostro de tanta emoción que salió de ella. —Dios, no me digas eso que rompes mi corazoncito —respondió el famoso haciendo cara de decepción por unos segundos. —Lucy por favor —la regaña su amiga, seria y cortante como siempre. —Un martini está bien —aclara la pelirroja volteando sus ojos a su amargada amiga. —Está bien, pero tengo una mejor idea, te llevo para donde quieres ir —le responde Daniel con toda la intención de llevarla con Fabio. —¡Si! Me muero por conocerlo —dice mientras se aferra con fuerzas al brazo de Dani por la emoción. —¡Si, me doy cuenta! ¿Y tú cómo te llamas? —se dirige este hermoso chico a la casi rubia. —Mía —respondió sin emoción alguna. —Mía, ¡y dime Mía! ¿Qué te puedo ofrecer de beber?, solo espero que no sea un trago de esos que rompen corazones. —Dalmonte —continuó sin emoción alguna, los nervios al parecer la dominan por completo. —¡Dalmonte! —dijo deteniéndose y viéndola directo a los ojos con algo de seriedad, si esos ojos grises que matan —¡Es mi favorite! —dijo suavizando la tensión y sonriendo con dulzura. —Yo me llamo Lucy, por si te interesa, nada más digo. —¡Lucy! Bien, ese nombre me recuerda algo, más bien a alguien —y volvió a penetrar su mirada en la de Mía, aún más que la vez anterior, tanto que esta tragó en seco. —Si, yo se lo he dicho, yo me hubiese cambiado el nombre, muy común, ¿cierto? —dijo acordándose que efectivamente su amiga fue la que etiquetó la cuenta de ella, y sí, usaba su nombre así bien grande, LUCY. —A mi me parece bonito —una vez más este suaviza el ambiente. Al instante los ojos de las chicas chocan un un grupo grande de famosos, y no podía faltar muchas chicas hermosas al rededor de estos, 2 y tres por cada uno, el ambiente es excelente, muchas piscinas y bares, mucha música, personas bailando, era una gran fiesta, y sabían que tendrían competencia, pero nunca les dijeron que sería tanta. Fabio estaba con dos chicas sentadas encima de él, a las cual besaba sin control alguno, al Lucy ver semejante escena se le bajaron los ánimos porque fue un poco impactante, pero bueno, ya estaban ahí y tenían que intentarlo por lo menos. Y sin más el famoso Daniel las presenta a su grupo de amigos. —Miren lo que traigo aquí, dos preciosuras, por cierto, ¡una me dijo que quería tomar Fabio con tequila! ¿Qué crees de eso? —¡Qué chismoso eres! —las fracciones de Lucy y las de Mia en ese momento se tornaron algo seria y decepcionadas. —¡Cómo así!, vení pa acá princess, aquí lo que hay es bastante Fabio, y el tequila ya viene incluido. —Yo creo que voy a pedir algo de tomar, ya regreso —Pronuncia Lucy tratando de desaparecer de ese lugar. —Hee hermosa, ¡espera! yo te conozco —Fabio comienza a ver directamente a Mia y luego a Lucy, las ve a las dos por igual, detallándolas por completo —tú eres la famosa muchacha, ¡ho si, eres tú! —exclama con la emoción a tope —No lo puedo creer, ¡Daniel es ella!
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