¡Es el día!

1803 Words
Dos años después ¡Sus ojos azules me veían con fijación mientras saboreaba sus labios lentamente! —¡No sé qué está sucediendo! —digo para mí algo asustada, veo a mi alrededor y todo es confuso, es una habitación, pero no la puedo identificar ¡Nunca antes he estado aquí! —¿Está todo bien? —pronunció ese hombre que está delante de mí, es Daniel Bustamante, y está desnudo, veo asustada mi cuerpo para percatarme de que también estoy desnuda. —No entiendo nada ¿Qué hago yo aquí? —dije arrugando mi frente y levantando mis cejas, de inmediato corrí a una sábana que podía ver y cubrí mi cuerpo con esta, mientras mi expresión física mostraba miedo ¡El guapísimo Daniel me dedicó una sonrisa y se me acercó con suavidad! —Princesa, ¡no te asustes! ¡Solo tuvimos algo de sexo! ¿Cómo me dijiste que te llamabas? —dice acercándose aún más a mi y dejando pequeñas caricias por mi tembloroso brazo. —¿Sexo? ¿Tuvimos sexo? ¡No puede ser! —exclamé aterrorizada mientras era acorralada por sus enormes y fuertes y definidos brazos —esto no puede ser sie… —fui interrumpida por unos labios carnosos y suaves y deliciosos que se apoderaban de los míos, ¿y cómo podría parar si me gustaba demasiado?, nunca me habían besado de esa manera, su lengua comenzó a coquetear con la mía, sus enormes manos comenzaban a presionar con fuerza todo mi desnudo cuerpo, provocándome sensaciones nunca antes experimentadas, mis jadeos al instante se hicieron presente, y aquel hombre me miró con una necesaria lujuria —princesa —pronunció con suavidad y todo en mi se estremeció, empujó mi cuerpo en la cama, mientras me acomodaba en perrito, sentí como azotó fuertemente mi redondo trasero con la palma de su mano, azote que me hizo jadear aún con más fuerza, y al instante llevó su ardiente rostro a mi palpitante y húmedo interior, donde comenzó un placentero rechupeteo en mi híper sensible c******s, aprieto con fuerza las sábanas blancas bajo mis manos, y muevo mi trasero acomodándolo en el punto exacto. En poco tiempo el aire comienza a abandonar mi cuerpo con facilidad, mi respiración y pulso se aceleran como nunca antes, siento una gran necesidad de apretar con fuerza mis duros pezones para sentir ese satisfactorio dolor y jadear sin descanso y con todo el morbo que llevo dentro en ese instante, siento sus dedos moverse ágilmente, y justo mi abdomen comienza a contraerse involuntariamente y lo acompaño de un gran grito entre cortante de placer, curveo mis pies y arqueo tanto mi espalda que pudiese partirse en dos. Todo en mi está sensible, que cada roce por pequeño que sea es eléctrico —por favor, entra en mi —suplico entre gemidos del placer que ahora me está provocando con sus dedos explorando dentro de mi intimidad, para en poco tiempo sentir esa sensación increíble que te inunda por completo de un placer poco común para mí, ¡No podía controlarlo!, mi cuerpo no me pertenecía en ese momento, ¡Le pertenecía a él! —Aún no termino princesa, ahora viene lo mejor —dijo este sonriendo perversamente y picándome un ojo. Lucy entra corriendo a la habitación de Mía, y salta encima de esta dando gritos de emoción. —¡Despierta! ¡Por fin es viernes! ¡llegó el día! —¡Lucy por Dios! ¡No puede ser! ¿Era solo un sueño? ¿No podías esperar un poco más para despertarme? —dice la casi rubia demasiado enojada al darse cuenta que solo era un sueño, y que la habían interrumpido cuándo venía la mejor parte. —¡Huy perdón! Y dime ¿Qué tipo de sueño estabas teniendo? ¿Acaso s****l? —le dijo burlándose de ella y con voz de misterio. —¡No! Era un sueño con mi mamá, y no quiero hablar de eso, y tengo sueño así que seguiré durmiendo —dice está apartando a su amiga entre berrinches. —¡No me escuchaste! ¡Hoy es viernes! —le dice con voz de fiesta y emoción mientras quita las sábanas de la cama de su amiga. —Hoy es viernes ¿Y qué? —dice mientras coloca su cabeza debajo de las almohadas, ahora sin ánimos de hablar, y aún pensando en ese placentero sueño. —¿Cómo que qué? ¡Hoy es viernes 24 de agosto! —exclama con mucha emoción, quitando las sábanas del cuerpo de la casi rubia una vez más, para así ver la cara de emoción que se va dibujando en esta. —¡24 de agosto! ¡No puede ser, hoy es el día! ¿Cómo lo pude olvidar? ¡No me va a dar tiempo! Hemos esperado meses por este concierto, más le vale a tu papá habernos mandado los mejores asientos —dice mientras salta de la cama inmediatamente y se ve al enorme espejo de su habitación. —Tampoco así, el concierto empieza a las 8 y el after party a las 10.30, así que de aquí a las 10.30 tenemos tiempo, no hay entradas para el concierto, hay algo mejor —dijo mordiendo su labio inferior está fogosa chica. —¿Algo mejor? ¿De qué hablas? ¿No hay concierto? —ahora está algo desorbitada, no entiende que trata de decir su amiga pícara amiga. —Siento decirte que no, lo siento, pero mi querido padre en vez de mandarme la entrada al concierto, me mandó la entrada VIP al after party, es mejor, ¿no crees? ¿Dime si no es más emocionante tener a Dani frente a frente? ¡No los verás en concierto! —dice con su típica seductora voz —si no ahí, tan cerca que lo podrás besar, abrazar, quién sabe, quizás te lo puedes llevar a la cama, ¿te imaginas perder tu virginidad con Dani?, con tu amor platónico de toda la vida, eso sería épico. —¡Es en serio!, ¿por qué me entero hasta ahora? Vamos a prepararnos, pienso que hoy va a ser un día inolvidable, mejor noticia no me podías haber dado. —¡¡Sí!! Los vamos a tener ahí de frente, vamos a poder hablarles, bailar con ellos, tomar y quién sabe qué más, porque según mi papá, todos terminan en su habitación del hotel con acompañantes. —¡Sí! ¡lo voy a poder ver! —pronuncia la casi rubia perdiendo su mirada en la gran vista de la playa, a la que tiene acceso desde su habitación. —Si mi tata, lo vas a poder ver y más que eso también, Te apuesto a que me quedo con Fabio, te lo apuesto o me dejo de llamar Lucy. —No lo dudo, para nada, eres la mujer más hermosa que he visto en mi vida, así que si lo llevaras a la cama mi amor, a él y a quién quieras, solo acuérdate de Brian —le dice con el ceño fruncido. —Solo hay dos entradas, ¿o quieres qué le dé la tuya a Brian y yo voy con él?, ha, y corrección, somos las mujeres más hermosas que el mundo entero haya podido conocer en los siglos de los siglos, Amén. —Amo esa confianza que tienes en ti misma dios, no hay nadie como tú de verdad, y sobre Brian, que se joda, pero hoy nos vamos a coger a todos los que queramos —dice mientras besa esa enorme foto de Dani que tiene en la pared de su habitación. —Así se habla, hoy pasa porque pasa, por dios que sí, sí que lo sé, ya me lo imagino… —Lo único que sé es que si no nos arreglamos no conoceremos esas habitaciones de ese hotel ¡y tendremos mucha competencia! —¿Competencia? Mi amor, nosotras, no tenemos competencia, y tú con ese cuerpo menos —dice con su mirada coqueta —¿qué ropa le mandaste a pedir a tío Arturo? —Te vas a morir cuando la veas, ¡ven! —la lleva a su muy, pero muy enorme cuarto de closet. —¡No lo puedo creer!, esta es la colección que va a salir la semana que viene y ya nosotras la tenemos —dice demasiado emocionada. —Si, ese es uno de los privilegios de ser la heredera de la mejor casa de modas, ¡mira estos bikinis, son atrevidamente divinos! —Son increíbles tata —brinca de la felicidad al verlos, y las dos comienzan a probárselos por encima de la ropa a ver cómo les queda. —Yo voy a hacer ejercicio un ratito, deberías de venir conmigo, hay que estar listas para lo que venga. —Yo pienso que hoy deberías de perder tu virginidad, ¡definitivamente! —Espero que Dani acepte —esta sonríe maliciosamente —y que provoque en mí todo lo necesario para dar ese paso, ya te lo he dicho, el hombre que haga que mi cuerpo tiemble, ese hombre que me guste de verdad, cuando llegue el momento perfecto, yo lo sabré. —Por dios Mía, si te excita una simple foto de el, ahora imagínate que sentirás cuando lo tengas así de cerquita, o cuando lo beses, o, ¡cuando tengan el mejor sexo del mundo!, la verdad nunca entendí por qué no le dijiste a tu papá que te lo presentara, total, son amigos, y siempre va a los desfiles de él. —Si, siempre va a los desfiles de él, con su esposa, o con una querida, y hace mucho yo no voy a los desfiles y lo sabes. —¡No sé cómo has desaprovechado tantas oportunidades! —Él sigue mi cuenta de ** —le responde con una sonrisa plena y orgullosa. —Él sigue la cuenta oficial de tu casa de moda, no tu cuenta personal de **, corrección, igual le hubieses escrito y le hubieses pedido el número de él a tu padre, o simplemente te hubieses dejado encontrar cuando él te buscaba como un loco por todas las r************* , qué sé yo, si de verdad te gusta así tanto como dices, ya lo hubieses conseguido ¿no crees? —¿Para qué? —¿Cómo que para qué? —Si, ¿para qué? no es lo mismo encontrarlo en una fiesta y llevártelo a la cama a tener su número y hablar con él y que sepa que soy la hija de Arturo, nunca se acercaría a mi ¿no crees? —Olvidemos eso, y concentrémonos en el plan de hoy. —¡Ya no jodas ven a hacer ejercicio conmigo! —le dijo jalandola del brazo. —¡Tú haces ejercicio y yo bailo! —Bueno.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD