Los hombres de mi vida

Te conocí

Hoy es un día más que especial, Mía asistirá una vez más a un concierto de el admirable y famoso Dani, como era de costumbre cada vez que se presentaba en concierto en la ciudad donde ella vive, gracias a la influencia de unos conocidos alcanzó a adquirir uno de los mejores asientos del show, donde tendría una vista nunca antes conseguida, en el mismo centro, en primera fila, en la zona VIP, sin absolutamente nadie obstruyendo su vista, eso era algo muy emocionante, nunca había podido conseguir tal puesto en los conciertos de Dani.

Hoy desperté llena de emociones, como nunca antes, todo mi cuerpo era invadido por felicidad, y encantadores nervios, hoy será el día —hoy llamaré tú total atención —le hablo como de costumbre a una enorme foto pegada en la pared de mi habitación, foto de mi platónico amor, Daniel Bustamante.

Llegué algo retrasada como de costumbre, me costó algo de trabajo llegar a mi puesto, una vez estando ahí, sentada, no me dió tiempo de admirar la belleza del lugar, lo único que llamaba la atención de mis ojos y de mi subconciente e inconciente, era lo cerca que estaba situada de la vista de Dani, estaba tan cerca que quizás podía respirar su mismo aire… Se me acercó un muy guapo y muy bien vestido mesero ofreciendo el menú.

—¡Señorita! ¿Le puedo ofrecer algo de beber o quizás comer? —exclama este siendo muy amable.

—Si, por supuesto, me puedes traer una botella de Dalmonte, hielo, y sí, ¿por qué no algún pasabocas?, lo dejo a su gusto —terminé mi frase regalándole una hermosa y coqueta sonrisa.

—Con mucho gusto señorita —responde con una pequeña reverencia.

—¿Sabe a qué hora comenzará a cantar Dani? —pregunté algo inquieta mientras comenzaba a tronar mis dedos.

—Él recién llegó, quizás demore 30 minutos en presentarse —dice este chico regalándole una tierna sonrisa.

—¡Entonces me da tiempo ir al baño! —exclamé —perfecto ¿será que usted me puede guiar a un baño que no sea público?

—¡Si! ¡Por supuesto!, sígame —me dice el guapo chico quién me abrió paso y así lo seguí por unos pasillos hasta que nos detuvo un guardia de seguridad al parecer.

—El acceso a esta área está restringida por el momento. ¡Lo siento!, sólo personal autorizado. —serio y cortante respondió ese guardia, sin ninguna expresión en su rostro.

—La señorita tiene autorización para pasar, ¡sólo se dirige al baño! —le dice el guapo chico mientras le muestra mi entrada VIP.

—Lo siento, pero no, ¡que esté en VIP no le da autorización a entrar! —dice aquel guardia de voz seria.

—Si así lo desea me puede acompañar hasta la puerta del baño, ¡por favor! ¡Necesito ir al baño!, no es mi culpa que Dani recién llegó, yo estoy afuera por más de 1 hora, y necesito usar el baño —supliqué a este guardia, de verdad me urgía un baño.

—Que pena señorita, pero hay muchos baños, y por seguridad no la puedo dejar pasar —una vez más se niega este sin expresión alguna.

—Vea, ¡ya viene Dani! —Aclaró el guapo chico abriendo sus ojos de la emoción y señalando con su dedo índice a el famoso.

Mi estómago se contrajo, mi respiración casi me falla, mis piernas solo tiemblan y mis ojos solo se quieren salir, no puedo moverme voluntariamente, al parecer he entrado en un pequeño shock al ver a Dani caminando por ese pasillo dirigiéndose a mi, en realidad tenía que pasar por mi lado para poder salir del pasillo, no era que se dirigía a mí, pero así lo sentía yo, había unos 6 guardias a su alrededor, supongo que eran sus guardaespaldas, también estaba su representante y unas 3 personas más que solo le tomaban fotos y le grababan preguntándole cosas. Èl se veía tan guapo, más de lo acostumbrado, su estilo es tan único, su sonrisa, sus gestos, su voz.

—Ya puede pasar señorita ¿Señorita? —dijo el guardia interrumpiendo mis pensamientos.

—Señorita, yo tengo que regresar a mi trabajo ¿Sabe cómo regresar? —me pregunta el guapo chico, y yo sigo algo petrificada aún.

—Si, no se preocupe, muchas gracias —dije con la voz algo temblorosa; por un momento Daniel cruzó su mirada con la mía, yo solo lo veía, nunca lo había tenido así de cerca, ni siquiera en el puesto VIP que había conseguido lo iba a poder tener así de cerca, en el segundo en el que él pasó por mi lado, saludó a el guardia que me había detenido, y a mi también me saludó, supongo que por educación.

—¿Qué tal hermano? bendiciones —pronunció el famoso Dani muy animado dirigiéndose al guardia que al parecer comienza a tener expresión en su rostro.

—Bendiciones y mucho éxito hermano, me da gusto verte. —Le dice estrechándole la mano y terminando los dos enredados en un abrazo amistoso, para cuándo ese abrazo terminó, el me ve a mis ojos con la intención de saludarme supongo, yo no pude sostener mi mirada en la de él.

—Hola princesa ¿tu novia? hermosa novia hermano —dice dirigiéndose al guardia y sin quitar sus azules ojos de mi.

—¡No como crees! la señorita solo esperaba poder pasar al baño. —dice el guardia que ahora sí sonríe.

—Si, permiso —digo rápidamente, e intento abrirme paso pero me detiene esa voz con la que tanto he soñado.

—Mucho gusto, Daniel —dice tomándome la mano y llevando sus carnosos labios a ella para así plantarme un húmedo beso, el cual hizo que se estremeciera cada centímetro de mi cuerpo.

—Por Dios —si, se me escapó ese por Dios en voz alta y ahora no sé qué decir, solo sonreí y sentí como mis mejillas ardían. —Lo siento, yo me tengo que ir.

—¿Cuál es tu nombre? —curiosea el famoso Dani al instante, pero sin decir palabra alguna y dejando a este con la duda, salí de ahí dirigiéndome al baño sin siquiera voltear.

Dani se queda hablando un poco más con el guardia de seguridad y le pregunta:

—¿Hermosa cierto?

—Si, muy hermosa.

Se acerca a el famoso un hombre con algo de mala actitud, al parecer es su manager, y le dice:

—Daniel no tenemos tiempo para conquistas ahora, vamos que ya estás lo suficiente tarde.

—Deberías de averiguar todo sobre esa chica.

—Estará en el área VIP, así que la podrás ver —dijo el guardia para así despedirse de Daniel.

Este sonrió maliciosamente y le respondió al guardia —Siendo así, debes de encargarte que llegue a su lugar, pero ya.

Mía

Utilicé el baño lo más rápido que pude, salí de ahí corriendo para no perderme la presentación, el guardia que antes me impidió el paso ahora me escoltaba hasta mi lugar, escuché el alboroto y los gritos de emoción de las personas, era señal de que ya había comenzado el show, al llegar a mi lugar, ya estaba mi botella y mi pasabocas en mi mesa, me di cuenta que ahora varios guardias obstaculizaron mi vista, lo cuál me decepcionó algo, pero igual seguía teniendo la mejor vista posible. Èl cantaba como el Rey que es, la gente no dejaba de gritar y cantar junto, yo solo me dedicaba a observar cada uno de sus movimientos así cómo una acosadora, bebía mi delicioso tequila y de vez en cuando llevaba algo de comer a mi boca, sólo deseaba que él me pudiera ver, pero ¿cómo llamaría su atención? ¡Algo se me ocurrirá!

Cuándo menos lo esperé, nuestras miradas se cruzaron, bueno, él me vio, porque mi mirada nunca se apartó de él, pero sí, ahora su penetrante mirada me veía sin descanso, mi instinto fue ver a mi botella y servirme un trago. ¡Parece que ya tengo su atención!, él no quitó esos ojos de mí, mientras cantaba me señalaba como dedicándome cada palabra. Al ser tanta su insistencia viéndome, sostuve su mirada, lo vi directo a los ojos, y pude ver su sonrisa coqueta, lo cual hizo que una vez más mis mejillas ardieran, pero esta vez si le devolví esa sonrisa coqueta. No sé dé dónde saqué valor, pero, serví un trago en el mismo vaso en el que yo bebía, di unos cuantos pasos acercándome al escenario mientras el me seguía con su vista, al principio los de seguridad me impidieron el paso, a lo que él intervino y aceptó el trago que yo le estaba ofreciendo, sus manos tocaron las mías a propósito dejando una pequeña caricia innecesaria al el tomar el vaso, pero muy bien recibida, las cámaras del show enfocaron ese momento, saliendo en la pantalla grande del escenario. Él sonrió y me dijo —por ti —mientras llevaba el vaso a su boca y luego saboreaba sus labios suavemente con su lengua, Dios mío, siento que me dará un infarto, él volvió la mirada a mí, sonrió y me hizo una seña con su rostro indicando que estaba bueno el trago, yo le respondí con una simple sonrisa. Al darme cuenta de que ya no tenía vaso para bebe, pedí otro, acabé la botella antes que él terminara su concierto, a cada rato impregnaba su mirada en mí, yo estaba ardiendo de lo sonrojada que me ponía, me imagino que mi cara parecía tomates, estaba demasiado nerviosa, y mi primer instinto fue largarme de ahí, sí, ya sé, fui muy boba. Al día siguiente, transmitieron esa parte en televisión, y lo que sucedió después que yo me marché, antes de el terminar de cantar, sacó el vaso de uno de sus bolsillos, y reclamó que subiera al escenario la que le había ofrecido ese vaso con un trago, obviamente se formó un terrible alboroto, y él se habría quedado con él vaso porque ya yo no estaba ahí.

Tal vez solo le llamó la atención la presencia de un niña, sola, en una mesa, con una botella de tequila observándolo, que frescamente se acercó a ofrecerle un trago ¿Quién sabe?, siempre me quedaré con la duda.

Después de ese día, nunca más asistí a un concierto de él, ese video se hizo viral, mi padre me regañó cuestionando que como yo estaba bebiendo tequila, y en un concierto sola, Lucy no cabía del enojo conmigo porque yo había salido corriendo, y Nani solo se burlaba, tal vez mi padre le habría comentado a Dani que la dueña del vaso de tequila era su adorada hija, ya que ellos dos tenían una buena relación, ¿quién sabe?, solo sé que días después publicó una foto del vaso de tequilas en sus r************* con un #lookingforyou, Lucy comentó muchísimas veces esa foto etiquetando mi cuenta, de un momento a otro mi cuenta de ** tenía millones de seguidores, millones de mensajes, me vi obligada a cerrar esa cuenta y comenzar una nueva, pero sí me habló o no, nunca lo sabré, de tantos mensajes que me entraban era imposible poder encontrar uno de él, o simplemente le aterrorizó mi apellido Arjona y paró la búsqueda, si, nunca sabré para qué me quería, nunca le perdonaré eso a Lucy, por eso la obligué a cerrar sus r************* y crear cuentas nuevas como me tocó hacer a mí.