Punto de vista de Nora:
Se preparó un rincón de estudio en uno de los dormitorios de invitados dentro de la suite del Alfa. Sus estudios en línea estaban a punto de comenzar de nuevo; el nuevo semestre ya estaba aquí. Se sumergiría en sus estudios durante el día, para evitar intentar bajar allí y ser parte del mundo de Jace nuevamente.
Sabía que ya no tenía sentido, pero no se iría, de ninguna manera. Gloria tenía que sufrir por su parte en todo esto y quedarse allí dentro de esta suite, siendo la Pareja de Jace aunque él no lo mereciera, significaba que esa loba en la planta baja que deseaba lo que le fue regalado a Nora, por la propia Selena, merecía sentir el dolor de saber cómo se sentía estar con el corazón roto y celosa de la mujer en la cama del Alfa. Así como Nora ahora estaba con el corazón roto por Gloria siendo la Líder del Alfa.
Se quedaría y no diría nada a nadie, ni siquiera a sus padres o al antiguo Alfa, porque no quería decirles lo equivocada que había estado. Lo estúpida y ingenua que fue al pensar que ella, una simple hija de guerrero, podría mantener a un Alfa como pareja. Así que lo soportaría, y aunque quería alejarse de él, una parte de ella quería creer que con el tiempo cambiaría, y él sucumbiría al vínculo de compañeros, y la amaría como su lobo Hydro amaba a su loba, Rosa.
Sabía que una gran parte de ella no quería renunciar a él. Rosa tampoco quería renunciar a su compañero lobo. Les habían sido regalados por la propia Diosa de la Luna. Tenía que haber una razón para eso. Tenía que confiar en la Diosa de la Luna por ahora. Seguramente los había emparejado por una buena razón.
Así que perseveró, le sonrió e intentó mostrarle que lo amaba, que quería ser su Pareja y Líder, pero en vano, porque solo tres semanas después de ese horrible día de escucharle decir que no la amaba, que solo era un vínculo de compañeros y nada más, fue cuando lo sintió; la primera vez, cuando tocó a otra con afecto, tocó a Gloria y ella lo supo.
Su rostro de repente ardió como fuego por todo el lado izquierdo y el dolor se desgarró desde su sien hasta su barbilla, mientras él amorosamente tocaba o acariciaba el rostro de Gloria. No había tenido relaciones sexuales con Gloria, y se preguntaba si él pensaba que una caricia había pasado desapercibida en su vínculo de compañeros, porque ella no bajó corriendo y lo acusó de traicionarla. No, simplemente se sentó en su sala de estudio y dejó que las lágrimas cayeran por su rostro al darse cuenta por completo de que nunca iba a funcionar entre ellos. Él nunca la amaría. Ella era su Pareja pero no su Líder.
Aún podía entrar en esta suite y ponerle las manos encima como si no le hubiera causado dolor y su estúpido cuerpo la traicionaba ante su vínculo de compañeros. Su loba llamaba a la de él para intentar fortalecer su propio vínculo y hacer que Jace lo sintiera y se conectara con Nora, pero no, fue su lobo el que se emparejó con el de ella y luego nada. Jace no había tocado a Nora en absoluto.
Luego hubo dolor en su brazo unos días después y así continuó. Él no pensaba que ella lo supiera, y así él hacía lo que quería, tocando a Gloria con la intención de ser afectuoso, o amoroso, y ella lo sentía todo. Aunque no la besó ni tuvo relaciones sexuales con ella, Nora y Rosa sentían cada vez que Jace tocaba a Gloria brevemente o por mucho tiempo, les dolía y las apuñalaba cada vez, y él fingía ignorancia de saber que ella tenía que haberlo sentido. Todos sabían que tocar a otro significaba que tu Pareja lo sentía como dolor.
Luego lo vio suceder justo ante sus propios ojos. Jace estaba de pie en la puerta de su oficina. Estaba sonriendo a Gloria. Cuando su mano se extendió y apartó unos mechones sueltos de su cabello detrás de su oreja, y ella lo sintió, el dolor ardiente de su traición a su Vínculo de Compañeros. Fue un acto amoroso hacia la mujer que amaba y justo ante sus propios ojos.
Nora había estado bajando las escaleras y se detuvo y lo miró, a su Pareja. Que estaba mirando amorosamente a la mujer frente a él. Esa no era ella, su Pareja, pero era su Líder. No pensaba que él la hubiera mirado así nunca, salvo la primera vez que la olfateó. Incluso ahora, sabía que había sido una mentira, solo para que ella aceptara ser su pareja y viniera aquí.
Él estaba allí para que todos dentro de esta manada lo vieran, tocando abiertamente a otra loba, sin importarle cómo la afectaba a ella, o quién lo veía y hablaría de ello. Ella apretó los dientes para soportar el dolor, incluso cuando las lágrimas brotaban, mientras otros en el vestíbulo de la casa de la manada lo veían como ella. A Jace no le importaba quién lo supiera, aún no había tenido que sufrir el dolor completo de que él se emparejara con Gloria, pero por lo que estaba viendo, era solo cuestión de tiempo.
Rosa se había ido, a la oscuridad de su mente, ya que ella también lo vio y sintió el dolor, dándose cuenta de que Jace nunca se preocuparía por ellas, y no había forma de llamarla de vuelta. No vendría y cuando esa carrera de la manada llegó dos semanas después. Nora no se presentó. Él se enlazó mentalmente con ella sobre dónde estaba, era la carrera de la manada, y ella declaró: —Me he torcido el tobillo hace un rato. Haz que Gloria corra contigo, como solía hacerlo.
Solo para que él dijera. —Está bien. —y desconectara el enlace.
Ni siquiera preguntó qué había pasado, o si estaba bien. No parecía importarle, ella se sentó allí en su suite y más lágrimas cayeron, por su falta de preocupación. Aunque sabía por qué no le importaba, no dejaba de sentir dolor cada vez que lo sentía o lo escuchaba, pensaba en ello.
Nora sabía que él estaba feliz de que Gloria corriera con él, porque era quien realmente quería a su lado. Ella se dio cuenta de que solo estaba allí para el sexo del Vínculo de Compañeros con él, y para darle un heredero y nada más. Ya no esperaba intentar mantenerlo, ya no intentaba Rosa fortalecer un vínculo más fuerte con su lobo; su propio Compañero lobo.
Finalmente, lo aceptó, al igual que su loba lo hizo. No eran nada para Jace y nunca lo serían. Eran solo su Pareja pero nunca serían su Líder. Ella dejó su habitación esa noche, se quedó en su pequeño rincón de estudio y se durmió allí. No veía sentido en estar en su cama, su cuerpo era lo único que le servía a él.
Así que se concentró en sus estudios y se dedicó a ellos por completo. Pasaba sus días ese semestre en la esquina de una biblioteca de la manada, o en su sala de estudio y lo evitaba todo el tiempo. No es que él se diera cuenta o siquiera le importara que de repente ella estuviera ausente todo el tiempo, que nunca se comunicara mentalmente con él para nada, ni siquiera comiera con él. Nunca la buscaba durante el día, solo después de que estaba listo para retirarse por la noche.
Aunque quedarse dormida antes de que él llegara a la cama era algo que aprendió que debía evitar, porque él podía, al parecer, despertarla del sueño con sus caricias y besos, y hacer que su estúpido cuerpo la traicionara ante él. Sus palabras sobre cuánto la deseaba, algo que aunque sabía que era una mentira, parecía que aún ansiaba escuchar de él. No podía, al parecer, decirle que no al hombre cuando estaba en su estado medio adormilado.
Recibía llamadas de sus padres sobre cómo iban las cosas y les decía que todo estaba bien, incluso cuando no era así. Esta era su vida y su Vínculo de Compañera para manejar. No quería que se preocuparan. Encontraría una manera de irse en sus propios términos, y no le iba a dar un heredero.
Se quedaría y haría que Gloria sufriera al saber que Jace se retiraba a su suite cada noche y se unía con su Compañera en lugar de con su Luna. Sabía que esa loba tenía que odiarlo, estar completamente celosa de ello, que solo estaba esperando su momento hasta que Nora estuviera embarazada y diera a luz a un heredero para la manada antes de quedarse con Jace para ella.
Ambos eran lobos crueles que merecían sufrir, y ella los haría sufrir tanto como pudiera soportarlo. Se prepararía para esos momentos en que él tocara a Gloria y, si tenía la audacia de tener sexo con ella, saldría tambaleándose al área común de la manada y permitiría que todos dentro de esta manada vieran por lo que él la estaba haciendo pasar.
Nora sabía que solo estaba esperando que eso sucediera, e incluso tenía un plan para cuando sucediera. Sería su manera de vengarse de él, y hacer que su propia manada lo viera como un Alfa que no merecía su título. Así que podría soportarlo hasta entonces, él no la intimidaría ni la convertiría en un felpudo para que él se limpiara los pies. Ella obtendría su venganza.