Agnes Lindberg
Mi reflejo en el espejo me deja satisfecha, luego de dos horas y faltando quince minutos para las nueve de la noche puedo decir que he hecho un buen trabajo.
El vestido que elegí diseñado por mi, es de un azul oscuro, llega más abajo de la rodilla y tiene una abertura en la pierna derecha haciendo que esta resalte, el escote con la espalda descubierta llama aún más la atención pero no llega a ser vulgar.
Mi maquillaje no se queda atrás, es elegante perfecto para lo que sea que haremos esta noche, y todo lo elevo con unos tacones negros sin mucha extravagancia.
A veces lo sencillo es lo más bonito.
Respiro profundo antes de salir de la habitación, Marcus estuvo alistandose en la habitación de abajo por lo que supongo ya estará listo, no creo que tarde más que yo.
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